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Sébastien Ogier y el WRC 2018. Un mes para decidir y cuatro opciones entre las que elegir

Después de sufrir la impotencia de no poder luchar por el triunfo en el pasado Rally de Polonia, las habladurías en torno al futuro de Sébastien Ogier se han vuelto a disparar. Si bien a cualquier formación le gustaría contar con los servicios, el francés ya debe estar moviéndose rápidamente para atar la opción que le permita luchar por las victorias. M-Sport sigue esperando la llegada de Ford, después de quedar patente que con el paso de la temporada la brecha entre Hyundai y el Fiesta RS WRC se ha hecho más evidente y a pesar de que rally tras rally, los pilotos de Malcolm Wilson se mantienen en la lucha por las victorias, Ogier ha mostrado en más de una ocasión no termina de encontrarse cómodo.

Buena muestra de ello fue Polonia, cita en la que Ogier lo intentó, pero en la que no se encontró. Él lo achacó a las complicadas condiciones meteorológicas y reconoció que nunca había sido un kamikaze y que “en condiciones no óptimas” no es partidario de tomar riesgos adicionales para encontrar la velocidad suficiente con la que luchar por la victoria. De sus palabras se extrae que aún no cuenta con la confianza necesaria para rodar al 100% con su actual montura. ¿Y si no llega en las próximas semanas la confirmación por parte de Ford de su regreso al Mundial de Rallyes? ¿Qué alternativas tiene el tetracampeón?

Como antes destacábamos, está claro que a nadie le ‘amarga’ el tener entre sus filas, sin embargo, a estas alturas parece difícil encontrar un hueco en una de las estructuras. Es Toyota GAZOO Racing la que más sitio tendría para el piloto francés y su copiloto, Julien Ingrassia. Tommi Mäkinen ya intentó el año pasado su fichaje y aunque en el seno del equipo nipón-finlandés no gustó mucho que Ogier tomara su decisión sin haber probado una versión definitiva del Yaris WRC, seguro estarían dispuestos a hacerle sitio a Sébastien.

Toyota, Citroën, Hyundai y M-sport, todos ellos capaces de satisfacer parcialmente las exigencias de Sébastien Ogier.

Aunque Mäkinen debería tener claro que acoger a otro tetracampeón pondría en serio riesgo las condiciones de líder que se ha ganado Jari-Matti Latvala a pulso durante estos meses. El finés es el primero en arengar a las tropas dentro del equipo. En más de una ocasión hemos podido ser testigos cómo es él el que busca tener implicado al equipo, el primero que se baja del coche a felicitar a sus mecánicos, que coge el micrófono en las mesas redondas que realiza el equipo y el que trata de dar protagonismo a sus dos compatriotas ante las que son en muchas ocasiones insistentes cuestiones centradas en él. Lo ven como un líder y él mismo se siente de esa forma.

Es por ello, que una llegada volvería a poner en riesgo la motivación y confianza de las que actualmente goza Latvala, la misma que le hace ser un piloto ‘especial’, que se sale del patrón pre-establecido incluso para los pilotos finlandeses. Toyota necesita un segundo piloto (a la espera de ver cómo se comporta Lappi en asfalto) si quiere corresponder sus ansias de luchar por los títulos en 2018. Negocian con Mikkelsen y pueden hacer lo propio con Ogier. A buen seguro, ambos habrán cambiado de opinión sobre las posibilidades del Yaris, al igual que el resto de la opinión pública.

Habría que pensar en la salida precipitada de Neuville de Hyundai para pensar en una posible llegada de Ogier.

Las otras dos opciones ya las conocemos. Hyundai y Citroën aportarían el carácter de equipo oficial, presupuesto y experiencia que busca Ogier para seguir agrandando su leyenda. Ambas tienen el mismo problema: la falta de asientos libres en la actualidad. Michel Nandan tiene a sus tres pilotos bajo contrato hasta finales de 2018 y será muy difícil que los dos grandes candidatos al título de este año compartan formación la próxima temporada. Si los rumores de fichaje de Mikkelsen ya utilizaban la denominación “Dream Team”, la llegada de Ogier nos haría hablar del equipo más completo de todos los tiempos. Utópico.

Citroën Racing parecería sobre el papel la opción más viable, aunque en sus condiciones actuales, no es tampoco la más segura. Sin los responsables de su adiós en 2011 dentro del organigrama de los dos chevrones, su regreso es viable. Puede ser el reclamo perfecto, la vuelta del hijo prodigo francés precisamente en el momento en el que los de Versalles más necesitan a un líder con las ideas claras. A finales de 2016, Yves Matton prefirió contar con Lefebvre y Breen en lugar de Neuville, influenciado obviamente por la necesidad de contratar tres pilotos debido al nuevo reglamento, así como por el alto caché que solicitaba el belga. ¿Por quién se decidirá Sébastien Ogier? A buen seguro estas semanas hasta Finlandia decidirán su futuro.

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Iván Fernández

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