Cuando se anunció que Honda se retiraría de la Fórmula 1 al culminar esta temporada, de inmediato se tejieron conjeturas acerca de una reconciliación entre Red Bull y Renault, las cuales se desintegraron al hacerse público el plan del equipo austriaco de construir sus propios motores. En tal sentido, Christian Horner declaró recientemente que Renault solo estaba en la Fórmula 1 por marketing y no por alcanzar resultados, llegando a tal conclusión tras advertir la actitud de Carlos Ghosn, ex presidente del fabricante francés, cuando sostenían conversaciones.
Durante la era de los motores V8, Red Bull y Renault establecieron una sociedad muy exitosa que produjo cuatro títulos de pilotos y constructores, pero al introducirse las unidades de potencia híbridas todo cambió de manera radical, la relación se deterioró hasta el punto de romperse. La escudería acusó a Renault de no mostrar interés en construir un motor competitivo, así que para despejar dudas el fabricante francés decidió, además de alejarse de Red Bull, regresar como escudería oficial.
Horner declaró que hasta en cuatro ocasiones viajó hasta París, allí habló con Ghosn pero no pudo convencerlo de invertir más recursos en el programa de Fórmula 1. Red Bull era un cliente premium, un equipo que tenía un presupuesto para aspirar al título, pero su proveedor no tenía fe en ese objetivo ya que no creía en sus posibilidades de derrotar a Mercedes. Sin duda la posición de la escudería austriaca resultaba muy incómoda en ese instante porque no tenía otra opción más allá de la resignación.
Fue este conflicto de intereses el que propició la sociedad entre Red Bull y Honda, misma que ahora tiene muy satisfecho a Horner y los suyos porque el fabricante japonés ha invertido para regresar a la cima de la Fórmula 1, un objetivo en común entre ambas partes. Explicó Horner que la debilidad era ser un equipo cliente, situación que ha cambiado. El jefe de Red Bull saca a la luz estas reflexiones tras observar que el actual CEO de Renault, Luca de Meo, está aplicando una filosofía muy distinta a su predecesor en lo que se refiere al deporte motor.
En palabras de Christian Horner:
Probamos todas las tácticas posibles para empujar, motivar y llevar a Renault a una posición más competitiva. Pudimos ganar algunas carreras y aprovechar oportunidades, pero no competir por más títulos. Tuvimos que salir de esa rutina, así que fuimos por lo diferente, con Honda. Había ido a París tres o cuatro veces para hablar con Carlos Ghosn, pero su corazón nunca estuvo en la Fórmula 1, fue solo una cuestión de marketing. No tenía pasión y si él no la tenía, cómo se podía esperar que su organización la tuviera.
Vía | PlanetF1