La categoría más relevante de monoplazas en Norteamérica experimentó tiempos convulsos, cuando pasó de ser conocida como CART a dividirse en Champ Car y en la Indy Racing League, para posteriormente derivar en la actual IndyCar Series. Según Graham Rahal, quien primero fue piloto en la Champ Car y luego se estableció en la IndyCar, la categoría ahora posee una solidez que no se había visto antes, en el sentido de que todos los involucrados, incluyendo proveedores y equipos, se han comprometido en permanecer por mucho tiempo y además contribuir al crecimiento del campeonato.
Comentó Rahal que solamente haría falta el ingreso de un tercer proveedor de motores y es algo que probablemente suceda debido al reglamento técnico que se implementará muy pronto. Hasta hora, Dallara, Chevrolet, Honda, Firestone y Cosworth, en lo que respecta a la electrónica, han renovado sus contratos y de igual forma llegaron nuevos patrocinadores y medios de comunicación, lo que indica que están en una mejor posición con respecto a lo que era la categoría hace diez años atrás, cuando el riesgo a desaparecer siempre estaba en el ambiente por diversas razones.
También estima Rahal que el auge de pilotos jóvenes en la IndyCar ha representado una importante contribución para preservar el campeonato porque se advierte que la nueva generación en ascenso tiene el talento y la capacidad para mantener el nivel de los pilotos veteranos que todavía participan y eso ha sido del agrado del público. En su reflexión, destacó la planificación de Jay Frye, presidente de la IndyCar, quien en buena parte es responsable de la estabilidad que exhibe la categoría debido a su eficiente gestión.
Vía | Motorsport Total