Esta temporada Haas F1 ocupó el último lugar entre los constructores, con doce puntos acumulados, apenas uno desde Mónaco. El VF-23 resultó muy deficiente en su concepto y el programa de desarrollo implementado resultó peor de lo esperado. Ante semejante panorama, el piloto Nico Hülkenberg manifestó que el estrecho vínculo con Ferrari está condicionando a Haas F1 en muchos sentidos y el hecho de caer de manera tan estrepitosa en la tabla de constructores debería llamar a la reflexión sobre lo que está ocurriendo.
Si bien la relación con Ferrari tiene sus virtudes, Haas F1 se ha transformado en una escudería muy dependiente, inclusive el personal técnico de Haas F1 debe permanecer a la espera de las propuestas que se hagan desde Ferrari, es decir carecen de la potestad y de la iniciativa para realizar modificaciones por cuenta propia. Es evidente entonces que necesitan realizar cambios estructurales en las distintas áreas técnicas, sobre todo con el personal que no pregunta y no investiga lo que está ocurriendo con el monoplaza.
El piloto alemán fue muy crítico con la versión B del VF-23 que se introdujo a partir del Gran Premio de Estados Unidos, hasta el punto de desechar tal configuración para regresar al paquete básico que inició la temporada. Según su percepción, la nueva aerodinámica resultó deficiente en curvas de alta velocidad, además adoptar el pontón lateral tipo bañera, que introdujo Ferrari, para luego modificarlo por el enfoque downwash, que identifica a Red Bull, el cambio no significó un cambio positivo y eso se observó en pista.
Se entiende que la alianza con Ferrari favorece a Haas F1 en términos financieros porque el hecho de no diseñar y fabricar sus propias piezas los aleja del tope de presupuesto y ello permite invertir en otras áreas, pero el problema está en permanecer tanto tiempo subordinados porque se estaría limitando el potencial del área técnica de Haas F1. El equipo americano posee una oficina en la fábrica de Ferrari en Maranello, así que por lógica cada cosa que hagan allí debería aplicarse al proyecto VF-24 y justamente por tal razón surgen muchas dudas, puesto que el VF-23 también se gestó en las mismas instalaciones.
En palabras de Nico Hülkenberg:
Estamos muy vinculados a Ferrari, así que cualquier cosa que hagan, desarrollen y encuentren para el próximo año, será aplicable para nosotros y seguro que eso tiene sus limitaciones. Creo que, internamente Gunther [Steiner] debe hacer algunas preguntas serias, investigar las áreas y el personal técnico que tiene la responsabilidad de diseñar un coche rápido. Necesitamos cambiar algo, la estructura, el personal, lo que sea.
Vía Motorsportweek
