En un 2020 normal y corriente, la última categoría de monoplazas en echar a andar en Japón habría sido la Fórmula Regional Japonesa, que se estrenaba este año, mientras una de las primeras habría sido la Super Fórmula en primavera. Pero este año ha sido de todo menos normal y de esta forma la Fórmula Regional Japonesa arrancó el pasado fin de semana, poco más de un mes más tarde de lo inicialmente previsto. Lo hizo en el circuito de Fuji, con trece coches en pista y un fin de semana perfecto de Sena Sakaguchi, quien está llamado a llevarse el primer título del certamen si no ocurre nada extraño.
El principal punto de interés se encontraba ya desde antes de arrancar con la publicación de la lista de inscritos en la que ya se empezó a vislumbrar el camino que podía seguir el campeonato este año. Mientras una estructura como B-MAX entregaba sus tres coches a gentleman drivers (denominados como clase Master), solo otra estructura tenía a varios pilotos. El Sutekina Racing Team cuenta con tres pilotos profesionales como son Sena Sakaguchi, Yu Kanamaru y Takuro Shinohara. Todos ellos son más que capaces y ello se demostró con los resultados del fin de semana. Nadie fue capaz de toserle a un Sakaguchi que se llevó las tres poles, vueltas rápidas y victorias en Fuji.
Las segundas posiciones se las repartieron Kanamaru, Shinohara y un Tomoki Takahashi que a bordo del Dome F111/3 de Super License fue el piloto más competitivo fuera de los hombres de Sutekina. Cada uno de estos tres pilotos se subió al podio una segunda vez siendo tercero, de manera que solo cuatro pilotos se metieron entre los tres primeros. Mención especial a un Yuga Furutani que con el coche de TOM’S logró dos cuartos y un quinto que dan buenas sensaciones aunque siempre por detrás de los pilotos principales. Entre los pilotos de la clase Master, el mejor fue Nobuhiro Imada con dos séptimos y un décimo puesto que le dejan séptimo en la general. La próxima cita del certamen será este mismo mes de agosto, los días 22 y 23 en el desafiante circuito de Sugo.