Sergey Sirotkin será el segundo rookie en el Gran Premio de Australia. Su coche es mejor que el de Charles Leclerc pero el monegasco se lleva más focos por estar vinculado a Ferrari y ser el vigente campeón de Fórmula 2, en claro contraste con el ruso, inactivo en 2017 desde la posición de tercer piloto de Renault y recién llegado a Williams. Sirotkin contrapone su formación como ingeniero y su papel como piloto para favorecer sus opciones en un equipo con dirección inconcreta.
«Ser ingeniero ayuda a que trabajemos mejor como equipo. Me formé en Moscú durante cinco años y hemos pasado los últimos dos meses trabajando como conjunto de forma útil, intercambiando toda la información posible», comentó el piloto financiado por SMP. «Mi trabajo final consistió en evaluar las diferencias entre set-ups de competición por días y condiciones meteorológicas. Fue duro pero es una búsqueda útil que me puede ayudar a encontrar lo que necesito en categorías como la Fórmula 1».
El ex piloto Mika Salo es el mánager de Sirotkin y representante del programa de carreras del banco SMP, a quien el ruso le agradece parte de su formación «Salo es un hombre importante en SMP, nos ha ayudado mucho desde hace bastante tiempo. Tengo mucho que agradecerle, es un hombre que conoce la dinámica de la Fórmula 1 y sin duda su presencia será crucial en esta primera temporada. Hay mucha presión cuando un piloto alcanza la Fórmula 1, pero si no supiese manejarla gracias a él no estaría aquí».
Y es que Sirotkin se muestra crítico con su antigua evolución, considerando que desaprovechó anteriores oportunidades. «Es vital llegar a la Fórmula 1 con un conocimiento que de vacío. No estuve todo lo concentrado que debía cuando tuve la oportunidad de pilotar para Sauber, que llegó tan rápido como se fue. El ascenso a las World Series y a GP2 me permitió evolucionar, hasta que el año pasado pude tener una oportunidad real al ser piloto de pruebas de Renault», comenta un Sirotkin que aprecia el papel de Robert Kubica. «Me llevo bien con Kubica, y habrá que adaptarse a cederle tres sesiones de libres a lo largo de la temporada, aunque no sea lo ideal».