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Lo de Oliver Solberg y los 5 minutos de penalización por un 'show' que se escapa de la manos

Quien haya llegado el día en el que se disputa la etapa final de un Rally de Monte-Carlo o de un Monte-Carlo Histórico sabrá que uno de los momentos especiales es cuando llegas con los coches del tráfico habitual entremezclado entre la presencia de los coches de competición. Este año, aunque se habían ‘relajado’ las incomodidades que podían sufrir los habitantes del Principado de Mónaco ya que no hubo una asistencia de domingo en sus calles, los participantes en la icónica carrera hicieron su tradicional visita, tanto para la salida ceremonial desde la Plaza del Casino hasta la entrega de premios.

Es por ello habitual que los aficionados a los que les gusta la competición se sitúen sobre las aceras para poder cómo pasan uno a uno todos los participantes que han llegado a ver la meta. Uno de ellos fue precisamente Oliver Solberg, el cual se quedó sin opciones de pelear por ser el mejor Rally2 ya desde la jornada del jueves, cuando una llanta dañada tras un toque lo sacó directamente de esa preciosa lucha que mantuvieron nombres como Yohan Rossel, Eric Camili o Nikolay Gryazin.

Sin embargo, el nórdico, al igual que su padre, Petter Solberg, siempre han llevado hasta los aficionados esa sensación de show constante orientado al disfrute de los espectadores, algo que en el pasado llevó al Campeón del WRC 2003 a ganarse el apelativo cariñoso de Hollywood Solberg y además algún que otro costalazo mientras realizaba sus peripecias. Su hijo, además de haber heredado el talento, también parece siempre estar dispuesto para arrancar los vítores del público con sus malabarismos al volante, aunque esto en ocasiones se haya realizado fuera del lugar indicado.

Y es que Oliver Solberg fue protagonista este domingo precisamente por eso, por ser uno de los vídeos más virales en la curva de Loews de las redes sociales, compitiendo mano a mano con aquel Citroën Ami que terminó ruedas arriba al olvidarse el ‘conductor’ de que el cuadriciclo ligero no está diseñado para según qué cosas. Ni corto ni perezoso, Oliver aceleró, hizo variar los pesos de forma rápida y terminó tirando del freno de mano para dibujar una horquilla que dentro de un tramo hubiera sido de memorable ejecución, pero que en condiciones de enlace y con el tráfico abierto fue considerada por los comisarios como una infracción clara del artículo 43.1.3 del Código Deportivo FIA WRC, el artículo 12.18 del las Reglas Suplementarias de Rally y el artículo 12.2.1.h del Código Deportivo Internacional de la FIA que le supuso todo ello 5 minutos de penalización.

No será una pérdida mayor ya que su rally ya se había visto perjudicado por ese toque inicial, además de que aquí no estaba inscrito como competidor dentro de WRC2 como ya ha hecho otros años, por lo que no tendrá incidencia en sus opciones de luchar por el campeonato, pero el piloto de Toyota/Printsport deberá tener cuidado para que en el futuro no se puedan dar situaciones similares a estar que los comisarios puedan considerar de mayor gravedad por haberse repetido. Como podéis ver en el vídeo, no fue el único que lo hizo…

No es la primera vez que se castiga algo así:

Los pilotos son plenamente conscientes de que la FIA no suele admitir este tipo de comportamientos en lugares o vías que se comparten con otros usuarios. Este fin de semana estuvieron especialmente atentos a que Thierry Neuville cumpliera con la obligación de que en las secciones de enlace debían estar las cuatro ruedas girando libremente, algo que no sucedía después de su accidente del viernes y que le costó un tirón de orejas económico (10.000 euros) después de demostrarse que el vigente Campeón Mundial finalmente si hizo un tramo abierto al tráfico con la rueda trasera izquierda dañada, algo que él justificó con que el tiempo perdido y el manejo del coche en la sección competitiva tras el accidente no le alertaron de que podía tener tan dañada esta parte.

Aun así, ha habido grandes polémicas sobre el comportamiento de los pilotos en fines de semana de rally, con vídeos de los pilotos calentando de forma a veces irresponsable los neumáticos, superando línea continua, o incluso circulando en dirección contrario. Por otra parte, no es la primera sanción severa que se aplica por hacer un cero o un derrape en una zona no habilitada, aunque tradicionalmente han sido cosas económicas.

Sin ir más lejos, Sébastien Ogier fue multado por hacer un trompo antes del podio en Salou en la edición 2022 del RallyRACC, algo similar a lo ya sucedido en 2019 con Thierry Neuville también en la cita catalana, aunque en su caso la cifra fue de 5.000 euros y 20.000 en suspensión. Ya en 2006 la situación fue incluso más rocambolesca porque se castigó a Stohl, Loeb, Sordo y Galli con multas 10.000 euros por hacer donuts en el estadio de Córdoba delante de 40.000 personas. Posteriormente les retirarían la multa, pero les sancionaban con un rally de exclusión que quedaba en suspenso hasta una posible reincidencia que finalmente no ocurrió.

 

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Iván Fernández

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