Es un fin de semana de celebración. Desde hoy, hasta el próximo domingo 9 de septiembre se celebrará una nueva edición del Goodwood Revival, una de las grandes fiestas del automovilismo clásico, de la forma más pura de carreras y todo un espectáculo en el que el público se involucra para crear una atmósfera que no se encuentra en otro lugar del planeta. Las vestimentas, la comida, el olor a tabaco en pipa o los sonidos de motores de la década de los cuarenta, cincuenta y sesenta hace de este un evento único y digno de ser apuntado en la lista de lugares a los que ir antes de morir.
Centenares de coches clásicos compiten puerta con puerta en un circuito en el que la hierba no da lugar a errores y en la que todas las ediciones nos dejan unos cuantos momentos dolorosos en forma de reparaciones millonarias. Precisamente en 2018 se cumple el 20º aniversario del Revival y es por ello que la lista de participantes, tanto en materia mecánica como de pilotos, es ciertamente envidiable.
Centenares de vehículos se ponen de nuevo sobre el Goodwood Motor Circuit, el trazado que construyó el noveno Duque de Richmond, Freddie March (su nieto es el actual, Lord March), tras la Segunda Guerra Mundial en una de las instalaciones utilizadas por la RAF para sus aviones. Abierto en septiembre de 1948, fue el escenario en el que se celebró la primera carrera posterior al final de la guerra, convirtiéndose además en una pista permanente y llegando hasta nuestros días con el mismo ADN de la época, pero con unas medidas de seguridad actualizadas y que cumplen con los estándares actuales. Sin duda el lugar más adecuado para llevar a cabo esta oda al automovilismo.
Todos los años, más de 150.000 personas pasean por los verdes prados y se dejan ver en un paddock que nos traslada a más de medio siglo atrás. Con quince carreras durante este fin de semana, coches y motos de competición previas al año 1966 se dan cita, permitiéndonos ver a los Ferrari 250 GT SWB, Jaguar E-Type, AC Cobra, Maserati 3500GT Chevrolet Corvette o Aston Martin DB4 derrapar sobre el siempre deslizante firme como si fuera el primer día. Precisamente el Kinrara Trophy, carrera en la que se dan cita todos estos vehículos GT’s, es considerada la carrera con la parrilla más cara en el mundo, debido en este caso al gran valor económico de estas unidades y la condición casi única de muchas de ellas.
A pesar de que esta presentación puede arrugar el pie derecho a más de uno, los pilotos profesionales que se suelen dar cita no tienen contemplaciones y apuran hasta la última frenada, aprovechan cada caballo de potencia y se acercan lo máximo posible a las protecciones, haciendo en muchos casos que los dueños de estos coches contengan la respiración. En la edición de este año nos encontraremos con nombres reconocibles como los de Andrew Jordan, Rob Huff, Emanuele Pirro, Derek Bell, Karun Chandhok, Jochen Mass, Matt Neal, Andy Priaulx, Stig Blomqvist, Tom Coronel, Andre Lotterer, Jörg Muller, Mike Conway, Tiff Needell, Gabriele Tarquini, Jason Plato, Romain Dumas o Marino Franchitti.
Fotos | Jayson Fong