Es inevitable a estas alturas el revisar la lista de inscritos del Rally Dakar e intentar encontrarse con la sorpresa de ver el nombre de Monsieur Peterhansel colarse entre los participantes, sin embargo, el año en el que el francés, 14 veces ganador de la prueba (seis en moto y ocho en coche), se ausente ha terminado por llegar. Stéphane no estará en la etapa prólogo del próximo día 3 de enero en Bisha, tampoco lo hará en ninguno de los días competitivos posteriores, en una situación poco habitual si tenemos en cuenta que no se había perdido ninguna edición salvo la de 1994.
Treinta años después, Peterhansel no tomará la salida del Dakar una vez que el proyecto Audi llegó a su final. A buen seguro que a Stéphane no le faltaban propuestas, como tampoco les faltó asiento a Carlos Sainz y Mattias Ekström que el próximo enero defenderán los colores de Ford junto a Nani Roma y Mitch Guthrie. Este hecho histórico de la ausencia de Peterhansel podría marcar por tanto un antes y un después, a la espera de si se volverá a ver al piloto con más touaregs de la historia regresar en 2025, cuando en su carnet diga que ya ha alcanzado los sesenta años de edad (6 de agosto de 1965).
No parece que sea posible cumplir el sueño de competir una edición junto a su esposa, Andrea Mayer e incluso el que era su navegante durante los últimos años, Édouard Boulanger, ha saltado a la derecha de Nasser Al-Attiyah, apuntando en estos momentos que por ahora no es una retirada. «Por primera vez en 36 años no estaré en el Dakar. Todos estos años me han dejado muchas emociones y éxitos. Pero ahora necesito parar, aunque esto no significa que no vaya a volver, de un modo u otro». Sin embargo, no se puede descartar que termine siendo una situación similar a la que ha afrontado otro de los mitos del rally-raid más duro del planeta, Cyril Despres, el cual no ha tenido continuidad una vez que el proyecto Peugeot Sport echó el cierre y que el proyecto de GCK no han seguido los derroteros esperados.
Mientras tanto, Peterhansel afrontará un invierno ligeramente distinto, en este caso más ligado a aquellos que vivía antes de 2008, año en el que el Dakar abandonó África para mudarse primero a América del Sur y, posteriormente, a Arabia Saudí. Y es que, Monsieur Dakar nunca ha dejado de ser piloto oficial Yamaha y precisamente este año hará las labores de embajador de la marca de los tres diapasones realizando un recorrido hasta el Lago Rosa de Dakar, recorriendo codo con codo la arena de Mauritania junto a los clientes de la firma nipona, antes de viajar en abril a Marruecos para dar continuidad al Tenéré Spirit en el Rally de Carta.
Sea como fuere, el Rally Dakar se queda en parte huérfano, precisamente en una edición en la que la batalla en la categoría de coches promete ser apasionante con la llegada de los nuevos coches y el enfrentamiento entre unos rookies que cada vez tienen más experiencia y las leyendas del desierto que se mantienen en plena forma.