La clasificación para el Gran Premio de Japón no pudo ser peor para la escudería McLaren ya que más allá del negativo desempeño de sus pilotos, el equipo observó como ambos Toro Rosso-Honda accedían a la Q3, situación que propició el silencio en los miembros del equipo acostumbrados a declarar en público. En el ciclo McLaren-Honda, la escudería siempre señaló al proveedor de motores como el único causante de todos sus males, pero a estas alturas de la temporada no hay excusa creíble porque McLaren es uno de los peores equipos de la actualidad sin la influencia de los japoneses. En tal sentido, Stoffel Vandoorne calificó el rendimiento como deplorable, señalando que poco o nada se ha hecho para revertir las carencias.
En Suzuka, McLaren mostró un nivel inferior a Williams, la otra escudería histórica venida a menos, y si no fuera por el accidente de Marcus Ericsson, ambos pilotos de McLaren ocuparían la última fila. El piloto belga apenas pudo justificar el pobre rendimiento del conjunto por los problemas en los neumáticos, pero al ser un evento recurrente se entiende que no desea exteriorizar su frustración para no incordiar a sus compañeros y exhibir una imagen de piloto conflictivo. Vandoorne no estará en la alineación de McLaren la próxima temporada, y todavía no ha recibido alguna oferta de otro equipo, así que está inmerso en una situación crítica a nivel personal y profesional.
En sus declaraciones dejó entrever que el departamento técnico de McLaren no ha podido avanzar en ningún sentido sino que ha padecido un estancamiento y un retroceso que les tiene al fondo del pelotón, y al parecer sin capacidad de reacción ante rivales de mitad de tabla. En un circuito tan exigente como Suzuka se volvió a demostrar un nivel catastrófico y las perspectivas para afrontar los próximos compromisos no son nada optimistas.
En palabras de Stoffel Vandoorne:
Será un fin de semana complicado para nosotros, la clasificación no fue una sorpresa, no fuimos competitivos y nuestro rendimiento es similar al de Rusia. Parece que ahora no podemos ni siquiera dar un pequeño paso hacia adelante. Esto demuestra que todavía tenemos un gran déficit que revertir. La estrategia podría marcar alguna diferencia.
Vía | Nextgen Auto