Con el anuncio de la baja de Abu Dhabi de la lista de ingresos de Citroën Racing ha supuesto un gran varapalo no solo para el equipo, sino también para los pilotos que todavía no tenían confirmado sus respectivos futuros. Mads Ostberg cerraba la jornada del viernes anunciando que la única opción que tenía sobre la mesa para competir en 2019 en un World Rally Car se acababa de esfumar, algo que podríamos hacer también extensible a un Craig Breen, el cual hace unas semanas, en la previa del Rally de Gales, informó que estaba negociando con varios equipos, aunque posteriormente solo ha sido relacionado con la posibilidad de sentarse en el tercer Citroën C3 WRC.
Con el futuro incierto, el piloto irlandés al menos podrá disfrutar de un fin de semana de disfrute y desconexión. Presente en el Killarney Historic Rally al volante del MG Metro 6R4, Breen está cumpliendo un sueño de infancia y, de paso, permite responder a las preguntas de muchos aficionados que se han cuestionado de qué serían capaces los pilotos modernos ante las bestias que protagonizaron la brutal época de los Grupo B.
No es la primera vez que vemos a Craig al volante de una de estas unidades del 6R4, sin embargo, en esta ocasión si cabe es incluso más especial. Detrás de mucho tiempo detrás de uno de estos vehículos, Breen adquirió la misma unidad con la que salió Kris Meeke a realizar una exhibición en Donegal en el Rallye de Irlanda en 2008, en aquella edición valedero para el Mundial de Rallyes. El actual piloto de Citroën buscaba de esta forma reavivar viejos recuerdos de la época en la que su padre, Ray Breen (todavía en activo), pilotaba una muy similar en los siempre tortuosos tramos de la isla.
Mantenido por su padre, esta unidad del icónico modelo británico se sale de la norma al montar un propulsor de 2.5 litros en lugar del tradicional V6 atmosférico de 3.0 litros desarrollado por el departamento de ingeniera de Williams y con Patrick Head a la cabeza. En este caso, dicho cambio fue producido ya que el motor con más capacidad fue prohibido para su competición internacional, utilizando este tipo de mecánica desde que fue reconstruida dicha unidad hace más de una década. Para los más finos de oído también les habrá resultado curioso que a la izquierda de Breen, a las notas, no está su habitual copiloto, Scott Martin, sino que lo hace otra voz muy conocida en el WRC, la de Paul Nagle, el cual rompió su relación profesional con Kris Meeke hace ya algunas semanas.
Mi padre tuvo el primer 6R4 cuando yo tenía 4 o 5 años, la razón de que haya llegado hasta el WRC es por el MG Metro 6R4. Estuve siguiendo a mi padre durante años. En mi casa, mi cuarto estaba al lado del garaje y cuando lo arrancaba las ventanas y trofeos de mi cuarto temblaban. Crecí entre recuerdos del 6R4 y por eso me encanta tanto – Craig Breen a Motorsport News