La última carrera en óvalos del calendario IndyCar representó una victoria para Takuma Sato, su segunda de esta temporada. El piloto japonés, que fue muy criticado la pasada semana tras un incidente en Pocono, aprovechó una serie de eventos y al final pudo contener el avance de Ed Carpenter, a quien superó en un final fotográfico. El podio lo completó el veterano Tony Kanaan, quien salió desde el fondo de la parrilla y logró su mejor resultado en lo que va de año.
La victoria de Sato también representó el primer triunfo de Honda en un óvalo este año, el resto fue para pilotos de Team Penske, y además cortó una racha del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, que no ganaba en este tipo de circuito desde 2016. En cuanto a Josef Newgarden, el actual líder de la temporada estuvo a punto de colisionar en la última vuelta con Santino Ferrucci, en una pelea por el cuarto lugar, lo que le hizo trompear y descender hasta la séptima posición. Ferrucci por su parte logró mantener su posición, completando así una meritoria actuación puesto que llegó a liderar durante 97 vueltas.
En esta ocasión, el mejor piloto de Team Penske fue Simon Pagenaud quien partió cuarto y llegó quinto, el francés también aprovechó las debacles tanto de Scott Dixon como de Alexander Rossi para asentarse en el segundo lugar del campeonato, por detrás de Newgarden. Aunque faltan dos carreras para finalizar la temporada, la ventaja de Newgarden no luce contundente, considerando que en la última cita los puntos son dobles.
La carrera pautada a 248 vueltas tuvo varias banderas amarillas, la primera de ellas causada por Marcus Ericsson al iniciar. El piloto sueco rompió su alerón, pero pudo cambiarlo y seguir compitiendo. El mismo Takuma Sato, que partió desde la quinta posición, también tuvo un leve contacto que le hizo retroceder hasta los últimos lugares, eventualidad que cambió su estrategia de paradas en boxes, lo que a la larga le concedió la victoria.
En la vuelta 54, y tras completar su primera parada en pits, Will Power se estrelló contra el muro provocando su abandono tanto de la carrera como de la lucha por el título. Por otra parte, Scott Dixon también se vio obligado a desertar tras experimentar problemas mecánicos, desde Chip Ganassi Racing informaron que su radiador resultó perforado al tocarse con otro piloto al inicio de la carrera. Dixon pasó 59 vueltas en boxes y oficialmente finalizó en el puesto 20 a 112 vueltas del ganador.
Otro piloto que provocó bandera amarilla fue Spencer Pigot, también por estrellarse contra el muro. A todas estas, Santino Ferrucci había asumido el comando de la carrera, pero su segunda detención fue problemática y salió muy cerca de Sébastien Bourdais, el francés perdió el control de su monoplaza y chocó contra el muro en la vuelta 191, lo que origino un período de precaución de 15 vueltas. Justamente este resultó el momento más importante porque el grupo de pilotos que había adelantado sus paradas en los pits se encontraron en una posición providencial puesto que evitaron el embudo causado por el accidente y se vieron favorecidos por la última detención en pits de los líderes, así que pasaron a ubicarse en los primeros lugares, entre ellos, Sato, Carpenter y Kanaan.
Otro piloto que aprovechó para ubicarse entre los líderes fue Conor Daly, que partió desde el puesto 18 y finalizó sexto, por delante de Newgarden. Los diez mejores lo completaron Ryan Hunter-Reay, Colton Herta y Marco Andretti.
La próxima cita es el primero de septiembre en el circuito de Portland International Raceway.