De forma un tanto sorpresiva, Taylor Kiel renunció a la presidencia de Arrow McLaren SP cuando, bajo su gestión, el equipo se tranformó en una alternativa a la dualidad Chip Ganassi Racing y Team Penske. Su metodología de trabajo puede calificarse de exitosa, de allí que propuestas de trabajo no deberían faltarle. Argumentó Kiel que deja su cargo para pasar más tiempo con su familia y explorar nuevas oportunidades. Considera que es el momento más adecuado para afrontar su decisión puesto que acaba de concluir la temporada de IndyCar.
El propio Kiel declaró que el apartarse de la estructura represente algo malo o triste porque el cambio era inevitable. El año que viene Arrow McLaren SP tendrá tres monoplazas en acción, así que el crecimiento será más evidente, inclusive el fichaje de Alexander Rossi fue una de sus propuestas, pero tal expansión requiere de un mayor esfuerzo y a la hora de analizar muy bien lo que ha de venir, advirtió que su prioridad en la vida está junto a su esposa y su pequeña hija que acaba de cumplir un año.
Aunque la gestión de Kiel tiene un signo positivo, tambián se debe indicar que quedó marcada por varios acontecimientos como descontencto público de Patricio O’Ward para que le concedan un contrato con mayores privilegios. Además del anuncio de la adquisición de Álex Palou que posteriormente frustó Chip Ganassi Racing y el conflicto contractual con Gavin Ward, quien llegó para desempeñarse como director técnico y resulta que estaba bajo contrato de Team Penske, organización que le impuso un extenso permiso de jardinería que le dejó en libertad el pasado mes de julio.
En el comunicado de Arrow McLaren SP se puede leer:
A partir del martes 20 de septiembre, Taylor Kiel deja el cargo de presidente de Arrow McLaren SP después de dos temporadas. A medida que el equipo crece a tres coches para el 2023 de la IndyCar, los anuncios sobre la próxima gestión del equipo se harán a su debido tiempo.
Vía | McLaren