Ayer en la tarde, en el circuito de Indianápolis, un ORECA 07 realizó una sesión de pruebas y de inmediato se relacionó este hecho con la participación de Team Penske en la clase LMP2 en las categorías de resistencia. La intención sería competir en el 2022 para luego afrontar el programa LMDh junto a Porsche, que debería estar listo para el 2023. El una jugada lógica si se toma en cuenta que el personal que participaba en el Campeonato IMSA Weathertech Sportscar no ha visto acción desde que los Acura ARX-05 cambiaron de equipo.
De realizarse este movimiento, sería la reaparición de Team Penske con un coche LMP2 ya que previamente, en el año 2017, Hélio Castroneves, Juan Pablo Montoya y Simon Pagenaud conformaron la tripulación del ORECA 07 que representó a Team Penske en Petit Le Mans. También luce interesante competir con un LMP2 mientras se espera por los cuatro prototipos LMDh para estructurar el equipo que gestionará los prototipos avalados por Porsche, incluyendo a los pilotos. En tal sentido, de ir al WEC, se espera la designación de pilotos con clasificación plata para adaptarse al reglamento, en tanto en América se necesita uno con clasificación bronce.
Esta metodología sería la misma que Penske aplicó antes de unirse a Acura en la clase DPi, es decir, primero organizó un equipo LMP2 en el 2017 y posteriormente recibió los coches provenientes de Honda Performance Development en el 2018. La intención sería que el personal entre en ritmo de carrera, aunque no sería descabellado pensar en que pudiera ganar en vista de lo efectivo que son los ORECA 07 en la división y la mística de Team Penske.
Vía | Dailysportcar