Ante la imposibilidad de aspirar a una victoria general en las 24 Horas de Le Mans con un DPi, tanto Roger Penske como Tim Cindric, presidente del equipo, expresaron su desacuerdo con la postura de los dirigentes del WEC, quienes han preferido crear un reglamento a partir de coches inciertos en lugar de aproximarse a la IMSA para adoptar un enfoque conjunto que beneficie al deporte motor en general.
Penske no oculta su interés en participar en Le Mans y luchar por la victoria en la clase principal, pero se han encontrado con la intransigencia de WEC. Según la opinión de Cindric, ni siquiera fabricantes como Toyota o Aston Martin han admitido públicamente si están convencidos del nuevo reglamento o si tiene sentido para ellos que sus coches compitan bajo la nueva modalidad. Y es que fabricar hipercoches no significa que van a estructurar un equipo de carreras para inscribirse en el WEC.
Para Cindric, los representantes del WEC están dejando pasar la gran ocasión de implementar una reglas que se adapte a todas las carreras de resistencia. Era el momento adecuado para crear una plataforma global, un prototipo capaz de correr tanto en Daytona como en Le Mans. Pero en lugar de aprovechar esta ocasión, han decidido inclinarse hacia una opción que a estas alturas no ha sido interesante ni siquiera para equipos de carrera ya conformados.
Lo que es bueno para el automovilismo también debería ser bueno para todos los involucrados. Nos hubiera gustado ver un reglamento común para coches deportivos, por eso no creo que ese concepto Hypercars nos convenza. Nada ha cambiado entonces para nosotros, para bien o para mal. Nos gustaría luchar por la victoria general en Le Mans, pero las regulaciones de Hypercar no nos interesa.
Vía | Motorsport Total