La primera carrera de la temporada 2019 del Super GT fue un auténtico festival de accidentes a causa de la lluvia torrencial que cayó sobre el circuito de Okayama y que acabó forzando la cancelación de la prueba con un reparto de la mitad de puntos para los equipos que estuvieron en el top 10 en las dos categorías. Los accidentes se sucedieron sobre todo en la clase GT300, donde la presencia de algunos pilotos con menos experiencia desencadenó fuertes golpes contra las protecciones. Uno de los menos espectaculares pero más graves a nivel de daños en el vehículo fue el del Toyota 86 de Tsuchiya Engineering al golpear un muro de hormigó y no protecciones más ‘blandas’. Su coche quedó muy maltrecho y fue solo gracias a la ayuda de sus rivales del UpGarage que el número 25 está de vuelta en Fuji para la segunda ronda que se disputará este fin de semana. La demostración de que los rivales, unidos, logran muchas cosas… aunque sea a costa de un viejo coche.
Después del accidente en el que se vio envuelto Kimiya Sato, nuevo piloto de Tsuchiya Engineering en el visualmente peculiar Toyota 86 número 25 con los colores de Hoppy, la situación era especialmente difícil para la escuadra nipona. Con poco tiempo para reparar su coche, la presencia de las vacaciones de Pascua y la «Golden Week» japonesa, llegar a tener el coche a tiempo para la segunda ronda del Super GT era, aunque no imposible, muy complicado. El equipo de Takeshi Tsuchiya es uno de los más competitivos del campeonato pero como corresponde al usuario típico de los «Mother Chassis» (chásis estándar), su presupuesto no es precisamente elevado. Encargar piezas nuevas sería un gasto difícil de afrontar en tan poco tiempo pero sin ninguna alternativa, las opciones eran muy limitadas.
Fue entonces, según relata Takeshi Tsuchiya (nada que ver con Keiichi Tsuchiya, el «Rey del Drift») que recibió «una llamada telefónica de parte de Dios». En este caso, se trataba de Akihiko Kono del equipo UpGarage. Esta estructura compite también en la clase GT300 del Super GT, empleando este año un Honda NSX GT3 recién estrenado. Según Tsuchiya, desde UpGarage se le hizo una oferta tan generosa como sorprendente: «Toma nuestro coche del año pasado y usa todas las piezas que te hagan falta». Hasta 2018, el equipo UpGarage empleaba un Toyota 86 MC prácticamente idéntico al de Tsuchiya Engineering, partiendo de la base diseñada y construída por Dome pero con pequeñas diferencias aerodinámicas según la escuadra. Dicho y hecho, el Toyota 86 MC de UpGarage acabó subido a un tren y realizando su último viaje…
A lo largo de los siguientes días y semanas, el personal de Tsuchiya Engineering trabajó duro para desmontar el antiguo número 18 de UpGarage y ver qué piezas podían aprovechar para salvar su propio número 25. El resultado fue satisfactorio y el Toyota 86 que aún sigue compitiendo volvió a quedar listo para usarse en Fuji, a costa de usar a su antiguo compañero de fatigas como ‘donante’. Afortunadamente, la historia tiene (a priori) un final menos melancólico y es que Takeshi Tsuchiya ha prometido que el coche de UpGarage será devuelto en buenas condiciones aunque por ahora duerma en garaje ajeno. Los chicos de Tsuchiya pasan a ser custodios del antiguo coche del rival mientras poco a poco lo van reparando para poder devolverlo a su legítimo propietario tal y como se merece un amigo que les ha sacado del apuro.
Además, desde Tsuchiya Engineering se ha decidido rendir homenaje a sus compañeros y rivales del UpGarage, con un bonito detalle en forma de pegatina en los laterales del frontal del coche. Esta pegatina, muy visible, reza «Thanks! Up Garage» usando el logo y tipografía de este último equipo para agradecerles públicamente la ayuda. Tsuchiya explicaba esta mañana que su presupuesto es muy limitado y tener que pagar dinero demás para producir las piezas contrarreloj habría sido algo difícil de afrontar para ellos en una temporada vacacional. Aunque la historia de la ayuda de UpGarage ya había sido hecho pública por parte de Tsuchiya Engineering hace más de una semana, esta volvió a dar la vuelta al paddock gracias a la presencia de la mencionada pegatina en su 86 MC. Este fin de semana, ambos equipos se encontrarán en pista, donde pelearán como siempre… pero seguro que sus jefes de equipo tendrán una sonrisa cómplice cuando se crucen sus miradas.
Eso sí, no ha sido el único equipo en tener que hacer malabares… Arnage Racing salió de la primera ronda en Okayama con un coche muy dañado y tuvo que recurrir a Sato-SS Sports de la Super Taikyu. También tuvieron que cambiarse los chasis de Gainer y X Works, dos Nissan GT-R que sufrieron accidentes. Finalmente, el Nissan de Tomei Sports pudo salvarse pero con costosas reparaciones. Quizás el caso más curioso es el de D’Station Racing, que al no poder traer un chasis de su Aston Martin Vantage a tiempo, tuvo que recurrir al coche de la Super Taikyu mientras espera a la llegada de una nueva unidad. En cualquier caso todos los equipos consiguieron tener sus coches listos para los 500km de Fuji, una de las carreras más importantes del año que es en esta ocasión quizás más relevante aún al ser la primera prueba de la nueva Era Reiwa, inaugurada el día 1 de mayo con la llegada del nuevo emperador, Naruhito.