Otro misterio de la Super Fórmula quedó resuelto esta mañana con el anuncio por parte de Tom Dillmann sobre su participación en dos citas de la presente temporada del campeonato japonés. El piloto francés será el elegido para ocupar el volante del coche número 7 del Team LeMans cuando Pietro Fittipaldi no se encuentre disponible. El brasileño tendrá un mes de mayo ocupado en el que tendrá que estar pendiente de la IndyCar para su esperada participación en las 500 millas de Indianápolis y todas sus respectivas pruebas. De esta forma, cada vez va tomando forma la variable parrilla que la Super Fórmula tendrá en 2018.
De esta forma, Tom Dillmann competirá en Japón en las citas de Autopolis y Sugo de la Super Fórmula, como compañero de equipo de Kazuya Oshima. El campeón de la Fórmula V8 3.5 en 2016 no ha probado nunca un monoplaza de esta competición y aunque su fama de piloto ‘todo terreno’ le precede, tendrá un importante desafío en dos de los circuitos más particulares del calendario. Lejos de ser trazados de Fórmula 1 como Suzuka y Fuji o circuitos conocidos internacionalmente como Motegi y en menor medida Okayama, los dos lugares en los que rodará son probablemente los circuitos más típicamente japoneses que la Super Fórmula visita en todo el año.
Dillmann se queda, por lo tanto, con un volante al que optaba Oliver Rowland tras haber probado algunos de los días en los que no estuvo disponible Fittipaldi. Más allá de sus participaciones esporádicas en la Super Fórmula en mayo, Dillmann podría estar a tiempo completo en el WEC. Después de disputar el Prologue de Paul Ricard con ByKolles, el piloto expresó su deseo de estar con ellos cuando empiece la temporada, por lo que debería ser considerado uno de los principales candidatos para acompañar a Oliver Webb, el único hombre confirmado por la escuadra a día de hoy. Curiosamente, allí se encontraría con varios pilotos de la Super Fórmula.
