Desde que Mohammed Ben Sulayem, actual presidente de la FIA, sugirió el retorno, antes del 2030, de los motores V10 a la Fórmula 1, utilizando combustible sintético, se han elevado varias voces de protesta. Audi, Honda y ahora Mercedes están en contra de tal propuesta y han argumentado sus razones. En el caso de la marca de la estrella, Toto Wolff manifestó que sería una política errática y ridícula acortar un ciclo de reglas que aún no ha entrado en vigencia, refiriéndose a los motores de 2026, los cuales verían la luz con un período de caducidad encima. Wolff también argumentó que Mercedes es el proveedor más comprometido con la categoría y por lo tanto le parece irresponsable modificar reglas sin tomar en cuenta la inversión que deben realizar los fabricantes para diseñar y desarrollar cada generación de motores.
Wolff entiende que algunos proveedores estarían auspiciando el cambio de reglas y que por tal razón Nicholas Tombazis, en nombre de la FIA, pretende convencer al resto para que se unan a la idea del retorno de los V10 y dejen de producir unidades de potencia híbridas. Para el jefe de Mercedes es necesario asegurar que las reglas de 2026 tendrán al menos unos cinco años de vigencia para que tengan sentido, actuar de forma distinta es invitar a Audi y a Honda que se vayan, lo que también representaría una advertencia a los demás proveedores puesto que estarían observando a una FIA que introduce reglamentos de manera un tanto arbitraria.
Declaró Wolff que tanto la Fórmula 1 como la FIA necesitan generar confianza entre los fabricantes porque todos son socios en este negocio y lo que está haciendo ahora Mohammed Ben Sulayem no apunta a ello. El supuesto reglamento de los V10 parte del uso y desarrollo de combustible sostenible, pero ese punto no favorece a los proveedores de motores sino a los de gasolina sintética, por tal razón no comprende por qué se pretende reintroducir motores V10, más allá de intentar reducir los costos. Añadió que solamente estaría de acuerdo en adoptar la normativa de los motores V10 si le presentan argumentos adecuados, pero hasta ahora nada le ha convencido.
La Fórmula 1 requiere de una planificación a largo plazo y por ello le resulta confuso el juego político y las manipulaciones que rodean a la propuesta de reintroducir los motores V10. Mercedes está abierta a escuchar, pero que le hablen sobre el motor del futuro y le expliquen por qué ahora el sistema híbrido no es una opción, cuando tal tecnología ha llegado a un punto extraordinario. Está claro que construir un motor V10 no representa un desafío para Mercedes, pero preocupa lo que puede venir después de que se pretenda dejar de lado el desarrollo híbrido, es decir qué puede suceder después de 2030 y cuántos proveedores de motor se van a mantener en una Fórmula 1 que le concede prioridad al combustible y no a los fabricantes.
En palabras de Toto Wolff:
El progreso con los combustibles sostenibles ha generado la opinión de que quizás los motores podrían ser más sencillos. Por eso el presidente [de la FIA] comentó sobre un motor V10 en 2028. Parecemos un poco ridículos como Fórmula 1 cuando atraemos a fabricantes como Audi y presentamos un gran motor híbrido con combustibles sostenibles, y de repente decimos que en realidad solo queremos mantenerlo tres años y no cinco.
Vía Autosport
