El jefe de la escudería Mercedes insta a la FIA a no promover una guerra en lo que se refiere a la introducción del biocombustible que se utilizará junto a la nueva generación de motores. Para Wolff, esa búsqueda de un futuro más ecológico pudiera derivar en una escalada en los costos para desarrollar el combustible más eficiente que definitivamente atentaría contra los límites en el presupuesto. La Fórmula 1 es tecnología y negocio, Mercedes ha establecido una sociedad con Petronas y se supone que el resto de los equipos y sus proveedores también se enfocarán en inversión y desarrollo de aquello que promulgue el reglamento.
Wolff supone que la nueva generación de motores no resultará tan costosa como las actuales unidades de potencia, pero sí apuntará a mejorar lo que se ha visto. En el caso del combustible, todo apunta a que para el 2030 se utilice uno de procedencia sintética dejando atrás al derivado del petróleo. Justamente es en este punto donde los diferentes proveedores se están enfocando y así como Petronas, también ExxonMobil, Shell y BP Castrol están invirtiendo recursos para no quedar relegados en lo que respecta a la investigación y desarrollo de nuevos productos.
Añadió que en teoría todo luce muy interesante, los nuevos motores y el biocombustible, pero empujar hasta el límite para extraer la mayor potencia, fiabilidad y eficiencia va a requerir recursos y es obvio que se puede desencadenar una feroz competencia entre los proveedores porque todos pretenden ser los mejores. De allí que el mencionado límite en el presupuesto se puede tambalear si no se aclaran ciertos puntos en lo que respecta a las fórmulas del combustible y los lubricantes.
La posición de Wolff es compartida por Christian Horner, quien declaró que una temporada de manutención de los motores Honda está alrededor de los 200 millones de euros. Tales unidades de potencia son muy costosas y la tecnología implicada en su desarrollo lo es aún más. De allí que también presione para que la nueva generación de propulsores sea más sencilla y económica, lo que incluye un biocombustible que se adapte a los nuevos requerimientos.
En palabras de Toto Wolff:
Está claro que las baterías se están volviendo cada vez más eficientes y la conversión de energía está ocurriendo. Los combustibles más sostenibles, ya sean sintéticos o no, pueden ser muy interesantes, pero deben ser analizados junto a nuestro socio [Petronas] porque no queremos promover una guerra de combustible, por muy interesante que sea empujar hasta los límites. Acá de lo que se trata es de un compromiso correcto.
Vía | PlanetF1