Que Romain Grosjean siempre tiene una crítica en los labios, es cierto. Que hoy puede que, visualmente, Hamilton molestase al galo de Haas, es plausible. Los tiempos finales, con el francés a casi tres segundos de Hamilton, quien firmó una pole position de galones, son una prueba clara de que ni Haas, ni Grosjean, tenían el ritmo para acceder a puestos de honor en esta jornada. Eso sí, el episodio ha conseguido sacar a Toto Wolff unas palabritas sobre Grosjean que no tiene desperdicio.
En una repetición durante la clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña pudimos escuchar a un Grosjean furioso contra un piloto «sin identificar» que le había molestado en su, se supone, vuelta rápida. Romain Grosjean no es precisamente el piloto más discreto por la radio, y sus cabreos son bien conocidos por cualquier aficionado que siga medianamente el mundial por televisión. Sin embargo, en esta ocasión parece que no soy el único que cree que la cuestión no fue para tanto, porque Toto Wolff vino a decir que Romain Grosjean tiene suerte de poder estar en la F1.
Hay algunos que se quejan todo el tiempo. Sólo protestan, no quiero ni siquiera hacer comentarios. Si Romain Grosjean sale y comienza a pedir sanciones para otros pilotos, debería mirar su historial. Debe estar feliz por ser piloto de la F1.
Si bien es cierto que Grosjean se queja demasiado, creo que sacar a relucir u pasado que está superado con mucho es un golpe bajo. O una maniobra un tanto desleal. Romain Grosjean ha pagado con creces los excesos de sus comienzos y está totalmente fuera de lugar que un jefe de equipo de la escudería dominante haga comentarios recordando un pasado que data de hace nada menos que cinco años.
Parece una muestra de poco respeto por el competidor y un exceso de protección sobre Hamilton que no necesita, como ya hemos insinuado tantas otras veces aquí.