El Circuito de Imola ha regalado en su regreso este domingo la mejor carrera que se recuerde desde la instauración de los Hypercars como categoría reina del Campeonato del Mundo de Resistencia. Un trazado estrecho en el que se complicaban los adelantamientos y el rebasar a los doblados, una pista rodeada de grava y con la lluvia amenazando a cada minuto la competición. Los ordenadores de los estrategas y de los meteorólogos echaban humo, mientras que los pilotos han tenido que adaptarse a cada minuto a las situaciones que se daban sobre el asfalto.
Tres Ferrari 499P LMH partiendo al frente del pelotón y todo el mundo sabedor de que cualquier toque en la primera frenada o en el cambio de pesos de la chicane iba a suponer un toque en cadena. Así sería y en un primer toque se iba a producir una colisión múltiple entre uno de los Peugeot (el #94), el Isotta Fraschini, el BMW #15 y el Alpine #36. Nada más comenzar Safety Car y los dos Ferrari oficiales por delante del de AF Corse.
Todo parecía indicar que la carrera iba a bailar al ritmo de los prototipos del cavallino, sin embargo, un error en la parada en boxes ya con la presencia de la lluvia hizo que se invirtiera el orden de fuerzas, con los Toyota y los Porsche pasando al frente de los Ferrari y con los italianos hincando la rodilla en lo que parecía un fin de semana hecho específicamente para los de Maranello, para que se gustaran después de la decepción de Qatar.
Nadie pudo comprender cómo Ferrari dejó a sus prototipos tanto tiempo en pista precisamente cuando la lluvia empezaba a caer con fuerza el Autodromo Enzo e Dino Ferrari en la cuarta hora de carrera. Miguel Molina al volante del 499P #50 trató de defenderse como buenamente pudo esperando que las previsiones que tenía Ferrari de que las precipitaciones no durarían mucho se cumplieran. Mientras tanto, el Toyota #7, al más puro estilo PacMan fue dando pasos hacia delante para recortarle el terreno ya con las gomas de mojado montadas.
Ahí se empezó a construir la victoria conseguida por Kamui Kobayashi, Mike Conway y Nyck de Vries, ahí y en los minutos finales, cuando toda la presión recayó sobre los hombros del jefe, Kobayashi, el cual supo defenderse a la perfección del empuje de los Porsche oficiales del Team Penske, especialmente el de Estre/Lotterer/Vanthoor, el cual llegó a rodar a menos de un segundo del GR010 Hybrid LMH de cabeza, hasta el punto que con los doblados llegó incluso a insinuarse ante un posible adelantamiento, sólo resistido por la capacidad de tracción del Toyota.
Una penalización de 5 segundos por adelantar en régimen de Safety Car terminó de sentenciar sus opciones, aunque el resultado fue magnífico de nuevo para los germanos ya que el Porsche 963 hybrid LMDh #5 consiguió finalizar tercero con el trio conformado por Campbell/Christensen/Makowiecki. Completaban las cinco primeras posiciones el Ferrari de Fuoco/Molina/Nielsen después de adelantar al Toyota #8 de Buemi/Hartley/Hirakawa después del aviso de que estos últimos no tenían energía suficiente como para plantarle cara tal y como le avisaban desde boxes.
Decepción al ver cómo por un error estratégico, Ferrari dejaba escapar ese triplete provisional con el que comenzaron la carrera para conformarse finalmente con un Top5. Al BMW también se le intuyó velocidad, siempre y cuando se mantuvo sobre el asfalto. El #20 de Van der Linde/Frijns y Rast terminó sexto, seguido por parte de los dos Ferrari, primero el oficial de Pier Guidi/Calado/. Giovinazzi (#51) y después el AF Corse pilotado por Ye/Kubica/Shwartzman que se quedaron octavos y con la primera posición entre los privados.
Completaron las diez primeras posiciones el Peugeot 9X8 LMH #93 de Vergne/Muller/Jensen que llegó a temer un abandono por un problema puntual con la caja de cambios, mientras que Cadillac llegó al décimo puesto con la unidad compartida por Lynn y Bamber. Si ayer Peugeot se mostró decepcionada por su posición en clasificación, la novena plaza conseguida hoy por el nuevo prototipo francés sigue pareciendo un premio demasiado corto para el esfuerzo aplicado durante los últimos meses en mejorar las prestaciones y fiabilidad del 9X8 primigenio, a la espera de ver si en Spa y Le Mans, escenarios en los que deberá ser más competitivo el Peugeot, nos saque de dudas.
Los Jota terminaron 11º y 14º en un fin de semana en ellos que han sido especialmente protagonistas por los rumores que relacionan a la estructura con los Cadillac que en 2025 cambiarán de manos, mientras que el Lamborghini SC63 de Kvyat/Vortolotti y Mortara llegaron 12º por delante del Alpine #35 de Gounon/Milesis y Chatin.
Victoria y doblete par BMW en GT3, con Rossi segundo:
Entre los competidores de la categoría LMGT3, BMW-WRT se llevó el triunfo de calle, logrando el doblete protagonizado por el M4 GT3 de Leung/Gelael y Farfus, acompañado en el podio por el favorito de la afición el #46, con Valentino Rossi rozando su primera victoria junto a Maxime Martin y Ahmad Al Harthy. Tercero fue el Porsche #92 de Manthey Pure Rxcing en manos de Malykhin/Sturm/Bachler. El primer español en la clase sería el Aston Martin Vantage GT3 Evo #27 de Heart of Racing pilotado por Ian James, Daniel Mancinelli y Alex Riberas, quintos, mientras que el Corvette que comparten Juncadella, Baud y Koizumi fue octavo.
Un espectáculo increíble durante las seis horas que duró la carrera, todo ello con la fiel afición italiana poblando las gradas y dando una cifra nada despreciable de 73.600 espectadores presentes en Imola. La demostración perfecta de que el WEC se merece tener el foco de atención en solitario durante los fines de semana, pero que los sobrecargados calendarios de las principales competiciones están limitando muchísimo el aumento de sus audiencias. Por si fuera poco, circuitos como estos hacen más vibrante la competición y demuestran a la perfección lo difícil que es llevar al límite estos LMH y LMDh.