La temporada 2019-20 del Mundial de Resistencia ha concluido en el día de hoy en el circuito de Bahréin. La carrera, de 8 horas de duración, ha sido posiblemente la menos emocionante de toda la temporada y ha visto como Mike Conway, Pechito López y Kamui Kobayashi se proclamaban campeones del mundo en la despedida de los LMP1 híbridos. Con la lista de inscritos más pobre de la historia de la categoría LMP1, con solo los dos Toyota participando, el resto de clases también han estado por debajo de los números habituales. Tan solo 6 LMP2 se han desplazado hasta el circuito de Sakhir, mismo número que de GTE Pro (aunque estos han sido 6 en todas las rondas excepto en Le Mans). Los GTE-Am se han mantenido en 10 coche, haciendo un total de 24 para la carrera.
El maravilloso EoT, que busca en la categoría LMP1 penalizar al coche que va líder del campeonato para intentar igualar las mecánicas, tenía un sentido cuando competían también los Rebellion y los Ginetta, pero hacer esto con únicamente los dos Toyota es algo absurdo. El #7 era de base 0.54 segundos más rápido que el #8. Con el campeonato decidiéndose dependiendo de cual de los coches quedara por delante, ya desde la clasificación se sabía que o la fiabilidad afectaba al #7 o la victoria sería coser y cantar. Y evidentemente, sin ninguna necesidad de arriesgar, Conway, López y Kobayashi han dominado de principio a fin, juntándose a sus compañeros únicamente tras un periodo de Safety Car provocado por un pinchazo del Ferrari #51.
Dos coches que sobre la base son idénticos han protagonizado una triste despedida de la categoría. Si al menos hubieran podido luchar con las mismas armas, la diferencia entre los pilotos y el poder arriesgar sin que otra marca pudiera comprometer su título hubiera otorgado algo más de emoción a la carrera. Pero con una prueba tan larga y con medio segundo de ventaja técnica por vuelta, el Toyota #7 ha liderado por más de un minuto de diferencia frente al #8. La categoría LMP1-H se ha despedido de esta manera del WEC, tras una carrera que nada ha tenido que ver con aquellas buenas temporadas con tres marcas en pista luchando por la victoria en carreras que parecían más al sprint que carreras de resistencia.
Los LMP2 le han dado algo de vida a la carrera
En la categoría LMP2 ha habido algo más de movimiento, aunque como viene siendo habitual, el Dallara del equipo Villorba Corse no ha tenido nada de ritmo para salir de la última posición. Por delante comenzó liderando Paul Di Resta con el United Autosports seguido por el Signatech Alpine, que hizo una parada temprana que le hizo caer hasta la quinta posición de la categoría. Después de un buen trabajo en boxes en la segunda ronda de detenciones, el JOTA #38 se colocó al frente de la carrera, seguido por el Jackie Chan DC Racing #37 y el United Autosport #22.
Ho-Pin Tung pasó a liderar la carrera tras adelantar a Roberto González, maniobra que repetiría unas vueltas más tarde Phil Hanson para escalar hasta la segunda posición. Pasada mitad de carrera, el coche de seguridad provocado por el Ferrari de Serra le dio la primera posición a Thomas Laurent con el Signatech Alpine, aunque con una estrategia de paradas distinta al resto. Nyck de Vries adelantó a di Resta para ser cuarto en LMP2, mientras Pierre Ragues bajaba hasta la tercera posición superado por el Jackie Chan #37 y el JOTA #38, que se jugarían el triunfo en el último stint.
Antonio Félix da Costa tomó el liderato gracias a una buena parada y contuvo gran parte de la última media hora de carrera a Gabriel Aubry. Pero el joven piloto francés a los mandos del Jackie Chan DC Racing #37 consiguió superar al actual campeón de la Fórmula E, consiguiendo junto a Will Stevens y a Ho-Pin Tung la tercera posición absoluta y la victoria en la categoría LMP2. El podio lo completó el Racing Team Nederland #29 después de una lucha al final de la carrera contra el Signatech Alpine #36 pilotado por Laurent. El equipo francés, que la temporada que viene estará en LMP1 con un Rebellion R13, hizo una parada final que les relegó hasta la quinta posición.
Doble victoria de Porsche en GTs
Porsche se ha impuesto tanto en la categoría GTE Pro como en GTE Am. Desde el inicio, el #92 de Michael Christensen y Kevin Estre marcó el ritmo de la prueba, superando al Aston Martin #95. El otro de los coches de Stuttgart, el #91, tomó ventaja al realizar su primera parada antes que el resto, pero rápidamente fueron superados por el #92, que recuperó el liderato. Daniel Serra adelantó a Richard Westbrook por la segunda posición antes de sufrir un pinchazo que les hizo perder varias vueltas en boxes y les dejó sin ninguna opción de luchar por la victoria e esta última carrera de la temporada.
Gianmaria Bruni apretó el ritmo en la segunda mitad de la carrera y superó a Westbrook para colocar los dos 911 RSR en las dos primeras posiciones. El Aston Martin #95 tuvo problemas y cedió dos vueltas, igual que le pasó al #97 que entró a boxes en la última hora para cambiar frenos rápidamente, cayendo hasta la cuarta posición. Esto permitió que Miguel Molina y Davide Rigon se subieran al tercer escalón del podio, por detrás del Porsche #92 de Christensen y Estre y del #91 de Bruni y Richard Lietz. Con este resultado, Nicki Thiim y Marco Sorensen se han proclamado campeones en GTE Pro.
Larry ten Voorde, Jörg Bergmeister y Egidio Perfetti se hicieron con la victoria en la categoría GTE Am con el Porsche #56 del Team Project 1. Los dos primeros han sido llamados a última hora después de que Matteo Cairoli se tuviera que perder esta ronda de Bahréin por sus compromisos en la GT World Challenge. La segunda posición y el título en la categoría ha sido para el Ferrari #83 de Nicklas Nielsen, Francois Perrodo y Emmanuel Collard, después de que sus principales rivales, el Aston Martin #90 del equipo TF Sport sufriera también problemas de frenos. Marco Holzer, Jaxon Evans y Khaled Al Qubaisi ha completado el podio de la categoría con el Porsche #88 del equipo Dempsey Proton.