Desde hace varios meses se ha rumorado que un tercer fabricante estaría en vías de incorporarse a la Indycar y en las últimas semanas el que toma más fuerza es Toyota por varias razones, la primera es que ya ha estado en la categoría, la segunda es que cuenta con experiencia en tecnología híbrida y la tercera es que su filial, Toyota Racing Development, está involucrada en las mejores competiciones en Norteamérica incluyendo la NASCAR y la IMSA, así que la integración y convivencia con Honda y Chevrolet sería más sencilla, situación que facilitaría la repartición de clientes.
Toyota estuvo en la categoría de monoplazas norteamericana desde mediados de la década del noventa hasta principios del 2000, cuando se conocía como CART. Allí alcanzaron el título con Cristiano da Matta en el año 2002 y las 500 Millas de Indianápolis un año después con Gil de Ferran. Se le recuerda también por su alianza con Chip Ganassi Racing, cuando Juan Pablo Montoya y Jimmy Vasser defendían sus intereses. Se cree que la nueva fórmula de motores, V6 biturbo de 2.4 litros con KERS, se adapta muy bien a la tecnología de Toyota pues se aproxima a lo que han estado haciendo con la mecánica de sus prototipos LMP1 e Hypercar del Campeonato Mundial de Resistencia.
Para la IndyCar serían muy buenas noticias el retorno de Toyota, sobre todo para los planes de reimpulso que tiene Roger Penske. La última ocasión que tres fabricantes de motores coincidieron en pista fue en la temporada 2012, para entonces Lotus se lanzó a la aventura, pero sus propulsores no estuvieron a la altura de las expectativas, causando mucha decepción. Desde entonces Honda y Chevrolet han sugerido a la organización que atraiga a otro fabricante para dividir la carga de trabajo. El panorama favorece mucho a Toyota debido a su historia en la IndyCar e inclusive se pudiera dar el caso que inscriban sus motores con el nombre Lexus, su marca de lujo que tiene presencia en la IMSA.
En palabras de Dave Wilson, presidente de Toyota Racing Development:
Toyota y TRD siempre están discutiendo acerca de los planes inmediatos y futuros en las competiciones, así como también hablamos con otros organismos sancionadores para asegurarnos de mantener las mejores relaciones y mantenernos al tanto de los deportes de motor en los Estados Unidos. Disfrutamos de la experiencia previa en la CART y la IndyCar por ello confiamos en que, bajo la dirección de Roger Penske, la categoría seguirá prosperando.
Vía | Racer
