Tal y como se esperaba, Córcega ha supuesto una buena vara de medir para los fabricantes del Mundial de Rallyes. En la cita gala, cada uno de los coches demostró en qué lugar estaba y la mayoría de los fabricantes pudieron medir en qué momento se encontraba respecto al resto después de citas menos representativas como Monte-Carlo, Suecia o México.
Mientras que Hyundai confirmó que deben trabajar en los diferenciales y los reglajes de suspensión, M-Sport tendrá que hacer especial hincapié en mejorar la fiabilidad (se espera mejoras en este sentido ya para Argentina), a su vez que, en Citroën, la rotura del motor del C3 WRC de Kris Meeke les dejó sin premio.
Toyota GAZOO Racing ya ha cumplido objetivos con el triunfo cosechado en Suecia a manos de Jari-Matti Latvala, aun así, Tommi Mäkinen ha confirmado que queda mucho trabajo por delante en el Yaris WRC, especialmente en cuanto al peso del conjunto, el cual se encuentra por encima del mínimo que marca el reglamento y, por tanto, parte en desventaja con sus rivales.
En declaraciones concedidas a Motorsport Monday, el propio Mäkinen ha confirmado que este adelgazamiento se podrá realizar en ciertas áreas, especialmente en los paneles de la carrocería. También se espera que haya novedades en el futuro, tanto en la transmisión (para hacer el coche más manejable en secciones reviradas) y en el motor. Este último elemento es responsabilidad precisamente de Toyota Motorsport GmbH, en Colonia, la cual trabaja en colaboración con Ilmor, empresa de Mario Illien.
Por su parte, el equipo nipón confirmaba esta misma mañana lo adelantado ayer: Esapekka Lappi estará en el Rally de Portugal al volante del tercer Yaris WRC, aunque no ha sido especificado el programa que realizará, se asegura que dependerá de los requerimientos de desarrollo que tenga la formación.