Hace meses que Pepe López y Teo Martín estaban dejándonos ver el proceso que estaban realizando entre bambalinas con el Toyota GR Yaris RZ. Algo estaban tramando en MSI (Motor&Sport Institute) junto a las filiales que la firma nipona tiene en Portugal y España (Toyota Caetano Portugal y Toyota España). Todo un soplo de aire fresco para los aficionados a los rallyes en forma de copa monomarca con el deportivo de bolsillo que el fabricante desveló en 2020.
El nacimiento de la TOYOTA GAZOO Racing Iberian Cup viene a ocupar ese hueco que hace tiempo quedó vacante con las desapariciones de las copas basadas en los Mitsubishi Lancer Evo o en los Subaru Impreza. El trabajo ha sido incansable desde la llegada del GR Yaris a España, y Teo Martín parecía tenerlo tan claro que decidió comprar la primera unidad y se puso a trastear con ella, a medio camino entre la curiosidad ante el nuevo producto estrella de Toyota y la visión de oportunidades que siempre ha acompañado al empresario.
Aunque se ha intentado mantener el coche lo más cercano al de serie, se le han realizado unos retoques a través de un kit con el objetivo de no sólo hacerlo más efectivo en competición, sino también preparar la fiabilidad para asumir toda la exigencia de los rallyes. Fue el propio Pepe López el que se ha encargado de sumar kilómetros a sus espaldas con la unidad de pruebas hasta terminar de dar con un conjunto que tenga un buen compromiso entre costes de mantenimiento, fiabilidad y prestaciones.
Junto a los técnicos de MSi, muchos de ellos alumnos propios, se ha optado por crear un coche que cumple con la homologación N4 tanto de la Real Federación Española de Automovilismo, como de la FPAK, introduciendo una brida que no variará la potencia de 261CV con la que cuenta el vehículo de serie, pero que sí servirá para ayudar a verificar que todas las unidades se encuentran en igualdad de condiciones. Además de las medidas de seguridad habituales, se le ha equipado con nuevas suspensiones Technoshock, llantas BRAID, un diferencial LSD fabricado por Cusco, neumáticos Michelin de competición y se ha conseguido mantener el peso controlado en los 1.280 kilogramos (cifra no definitiva), unos guarismos que moverá con agilidad la tracción total GR-FOUR y el potente motor 1.6 turbo.
El coche listo para correr costará 65.800 euros sin IVA, y se van a destinar 250.000 euros en premios cada temporada en una competición que tendrá un calendario de ocho citas, cuatro de ellas en España y las otra cuatro en Portugal proyectada al menos a tres años vista, comenzando en 2022. En principio, el objetivo será el de construir 30 unidades, aunque dependiendo de la demanda y del éxito del primer año esta cifra podría ser ampliable hasta 50. ¿Se trata del debut del GR Yaris en competición? A falta de ver la versión Rally1 para el WRC, hay que decir que no, ya que en Japón muy pronto se pusieron a trabajar para hacerlos debutar en el campeonato Nacional, mientras que en Italia también se ha creado un trofeo con ellos.
En el caso de España será especialmente importante, ya que como ya hemos visto el pasado fin de semana en Ourense, son las copas monomarcas las que ayudan a aumentar las inscripciones y el espectáculo. El ramillete de opciones para comenzar a competir es cada vez más amplio, con oportunidades desde el Dacia Sandero hasta el Peugeot 208 Rally4 de la Peugeot Ibérica, pasando por el Suzuki Swift o los Renault Clio Rally5.
Galería – Toyota GAZOO Racing Iberian Cup:
