Conocíamos la aventura de Sébastien Loeb y Daniel Elena con PH Sport, la confirmación de que MINI había conformado un súper-equipo para recuperar a parte del Dream Team de Peugeot Sport, mientras que X-Raid tendría una segunda estructura con los MINI John Cooper Works Rally 4×4 en la que destacaba especialmente la figura del dos veces ganador del Dakar, Nani Roma. Sin embargo, nos faltaba por conocer la formación que estaría llamada a tomar el testigo de los 3008 DKR Maxi después de haber mostrado un gran rendimiento en las últimas dos ediciones. Toyota GAZOO Racing South Africa va al Rally Dakar 2019 persiguiendo un sueño, ser el único fabricante capaz de ganar las 24 Horas de Le Mans, el WRC y el rally-raid más duro del planeta en un mismo año. Solo 215 días entre ganar en La Sarthe el 17 de junio de 2018 y vencer en Lima el Dakar el 17 de enero.
Una de las principales novedades con las que nos encontramos es que las Toyota Hilux V8 4×4 perderán los tradicionales colores de Red Bull, firma que seguirá patrocinando personalmente a Nasser Al-Attiyah y Giniel de Villiers, pero que dejará paso a la firma de lubricantes holandesa Eurol como sponsor principal del equipo. Obviamente este movimiento asegura también la presencia de Bernhard ten Brinke, el cual realizó un gran papel durante la edición de 2018 del Rally Dakar.
El equipo llega en una situación distinta respecto a años anteriores, en este caso después de un programa incompleto para Nasser Al-Attiyah y Mathieu Baumel, los cuales se quedaron sin opciones de reeditar su título de Campeón de la Copa del Mundo FIA de Rallyes Cross-Country muy pronto, pero que aun así mantenían la concentración para conseguir una nueva victoria en el Rallye du Maroc, tradicionalmente el test competitivo perfecto antes de encarar la prueba sudamericana que en esta ocasión se celebrará íntegramente en Perú.
Para mí, la nueva versión del Toyota Hilux es probablemente el mejor coche de carreras que he pilotado nunca. Puede manejar las cosas difíciles sin ningún problema, y sigue mejorando con cada evolución – Nasser Al-Attiyah
Giniel de Villiers por su parte volver a contar a su derecha con Dirk von Zitzewitz, ambos ganadores hace una década del que fue el primer Dakar sudámericano. De Villiers llega después haberse coronado Campeón Sudafricano de Rallyes Cross-Country, buscando en este caso ampliar su estadística que lo convierte en uno de los pilotos más regulares de la disciplina, habiendo terminado en las últimas diez ediciones siete veces en el podio, cinco con Toyota. En el caso de Ten Brinke, la decisión de Michel Périn de retirarse de la competición le ha llevado a confiar en un nuevo copiloto, el conocido por los aficionados del WRC, Xavier Panseri, y con el objetivo de quitarse la espinita de 2018, año en el que fueron la auténtica revelación de la prueba, con victoria de etapa incluida en Fiambalá.
El coche llega mucho más rodado que respecto al Dakar 2018, incluyendo novedades técnicas que permitirán hacerlo más competitivo en un terreno con mucha arena que debería ser más favorable a la configuración de los buggies. Las tres formaciones contarán de esta forma con unidades de la Toyota Hilux V8 4×4 con las últimas especificaciones, entre las que nos encontramos una posición más centrada del motor, cambios en la geometría de la suspensión que ha sido puesta a punto precisamente durante las series sudafricanas de Rallyes Cross-Country. Todas ellas con restrictor de la admisión de 37 mm, aprovechando que en esta ocasión hay menos altitud en el recorrido al salir Bolivia del itinerario. Se parte de la revolución del año pasado (cambio de la posición del motor, nuevo esquema de suspensiones, menos peso…), pero con mejoras evidentes:
La FIA ha estado trabajando arduamente para tratar de equilibrar el rendimiento de los automóviles propulsados por turbodiésel y los V8 atmosféricos como el nuestro. Este es un proceso continuo, y aunque ninguno de los campamentos probablemente estará completamente satisfecho con las reglas, no hay más remedio que acatar sus reglas. El limitador más pequeño seguramente contará en contra de nosotros de alguna manera este año, pero con las alturas más bajas de Perú, es posible que tengamos el gruñido suficiente para que funcione independientemente de eso. Mantenemos el motor V8 atmosférico y continuamos con la misma caja de cambios y la mayor parte del tren motriz, pero tenemos una mejor configuración de la suspensión, más potencia del motor y muchos otros pequeños retoques que se suman a un automóvil significativamente mejorado – Glynn Hall