Fin de fiesta para lo que se puede considerar como la definitiva temporada de transición del Campeonato del Mundo de Resistencia. Era el momento de despedirse con las 8 Horas de Bahréin de la categoría GTE-Pro (en 2023 sólo se disputará GTE-AM antes de dejar paso a los GT3 en 2024) y también era el momento de la despedida definitiva de los LMP1, los cuales se habían mantenido en activo después de la decisión de la FIA de concederle la extensión los dos últimos años para que Alpine pudiera competir con el R13 de Rebellion.
A pesar de tratarse precisamente de la antesala de la temporada en la que se espera una gran batalla entre los LMH y los LMDh, especialmente por conseguir el triunfo en la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans, no fue ni mucho menos emocionante, con un bonito arranque en el que los Toyota, los dos Peugeot y el propio Alpine se mantuvieron muy cerca, siempre teniendo en mente que el prototipo de los de Dieppe llegaba en condiciones de pelearle el título a los GR010 de la categoría Hypercar.
Con todo ello, los 9X8 se mostraron muy competitivos desde el arranque y ya en carrera parecían estar en condiciones de darle algún que otro quebradero de cabeza a los Toyota en caso de que estos mostraran algún signo de debilidad. En el caso del A480 de los franceses, el propio Nicolas Lapierre anunciaba la cruda realidad, diciendo que los LMH eran más rápidos y tenían una mejor gestión de los neumáticos, algo que dejaba muy pocas opciones a ver una sorpresa por parte de Alpine.
Fueron los Peugeot los que empujaron a Toyota a arriesgar, hasta el punto de que los nipones llegaron a optar por hacer cambios de neumáticos parciales, sustituyendo únicamente las dos gomas del lado izquierdo, con el objetivo en este caso de reducir la diferencia respecto a los prototipos galos. Sin embargo, volvieron a aparecer los problemas de fiabilidad para el 9X8, en este caso afectando a la caja de cambios precisamente en el stint en el que estaba Paul di Resta al volante. El escocés no era nada optimista cuando a final de recta alertó al equipo de que la caja se había roto. Finalmente conseguiría poner en marcha de nuevo su unidad, pero regresó a muy baja velocidad hasta el box.
El segundo de los Peugeot, mucho más retrasado, ya no pudo ser rival de los dos gemelos GR010, los cuales se aseguraron el triunfo en la última prueba del Campeonato del Mundo de Resistencia 2022 (coche número #7 con Mike Conway, Kamui Kobayashi y Pechito López), además del título de pilotos para Sebastien Buemi, Brendon Hartley y Ryo Hirakawa, así como el de constructores. De esta forma, se conseguía recuperar algo de alegría que contrastaba con el menos feliz final del Rally de Japón, además de lograr hitos tan importantes como que Hirakawa haya debutado con el entorchado intercontinental y que Hartley sea el primer piloto en el WEC que logra el título con dos marcas distintas.
Aun así, Toyota GAZOO Racing cumplía sobradamente con los objetivos del año, arrasando en ambos campeonatos. Esta vez no hubo problemas en la parte híbrida, ni desafortunados accidentes con los doblados, todo salió a la perfección tal y como demostraban las dos vueltas de ventaja respecto al tercer integrante del podio, precisamente el Alpine de André Negrao, Nico Lapierre y Matthieu Vaxiviere. El otro Peugeot, el número #94, llegaría a la meta, aunque en este caso quedándose a seis vueltas de la pareja de Toyotas.
Para Alpine fue trabajo cumplido en un proyecto con el presupuesto lo más apretado posible y en el que se ha sacado todo el jugo al último reducto de los LMP1, siempre en colaboración con ACO, FIA y especialmente con Toyota y las otras marcas involucradas. Subcampeones del Mundo en 2022 y ahora a pensar en el desarrollo del LMDh de cara a 2024.
Ferrari se empeñó en darle emoción a GTE-Pro:
Donde sí hubo emoción hasta el último momento fue precisamente en la categoría que en Sakhir decía adiós. GTE-Pro se marchó con lo que en principio parecía ser una carrera tranquila, un paseo triunfal por parte de los dos Ferrari de AF Corse que habían cobrado una ventaja especialmente abultada después de un periodo de ‘FCY’ en el arranque de la prueba que les permitió hacer una parada en el momento más oportuno. Sin embargo, la carrera se llenaría a partir de entonces de incertidumbre y dramatismo, especialmente después de lo que también parecía ser un fallo critico en la caja de cambios.
Antonio Fuoco y Miguel Molina harían su labor y se llevaban el triunfo en Bahréin, mientras que la unidad de James Calado y Alessandro Pier Guidi tuvieron que sudar hasta el final con un Ferrari 488 GT3 Evo significativamente más lento y mermado mecánicamente. Jugó un papel especialmente importante el Corvette oficial de Tommy Milner y Nick Tandy, capaz de situarse a espaldas del primero de los Ferrari.
James Calado posteriormente confirmaría que la caja se había quedado bloqueada en la quinta marcha, sin embargo, con el esfuerzo de todas las partes consiguió terminar y coronarse como nuevos campeones del Mundo, el tercero. Afortunadamente para todas las partes, el final no sería ni una pizca tan polémico como lo fue el de 2021.
JOTA se lleva el título en LMP2, TF Sport en GTE-Am:
En el resto de categorías, WRT ganó en LMP2 con el prototipo de Sean Gelael, Robin Frijns y Rene Rast, pero, aun así, el título se lo llevaba el JOTA de Antonio Félix da Costa, Roberto González y Will Stevens, el cual únicamente necesitaba ser sexto para conseguir el campeonato. Aun así, llegaron para ser terceros, justo detrás del coche de United Autosports.
En GTE-Am, tercera categoría que seguirá vigente en 2023 junto a LMH/LMDh y LMP2, Ben Keating y Marco Sorensen de TF Sport lograban el campeonato con la cuarta posición, siendo precisamente este último el primer piloto que ha conseguido los títulos del WEC en las dos categorías de GTE, Pro y Am. Todo un logro para ellos si tenemos en cuenta que después del arranque de temporada era el Aston Martin Vantage GTE del equipo Northwest AMR de Nicki Thiim, Paul Dalla Lana y David Pittard los grandes favoritos. Los Porsche del Team Project 1 por su parte consiguieron el doblete en Bahréin, con el primer triunfo de Matteo Cairoli, Niki Leutwiler y Mikkel Pedersen.