Llega la mañana en Le Mans y con la noche superada, las cosas siguen como deberían estar, con Toyota al frente de la carrera sin mayores contratiempos. Los dos GR010 continuan en cabeza, ocupando las dos primeras posiciones con el #8 ahora mismo por delante del #7 tras leves problemas para esta unidad, ahora un giro por detrás. Mientras tanto, el Glickenhaus #709 es el único superviviente en cuanto a pelea por la victoria se refiere, aunque ya a unas lejanas cuatro vueltas de distancia, algo que no deja que el equipo japonés pueda relajarse aunque sin tampoco inquietar en exceso. Por su parte, la última edición de GTE-Pro tiene ahora a Corvette por delante tras un pinchazo del Porsche que lideraba.
En la categoría reina, la diferencia entre los Toyota era tan pequeña que no podía considerarse diferencia. Esta iba variando según el momento y según los pequeños contratiempos que se iban encontrando en determinados momentos. Pocos minutos antes de completarse la décimo sexta hora, alcanzando así los dos tercios de carrera, el coche #7 tuvo algún problema eléctrico, lo que impedía que los mecánicos pudieran tocarlo, como ya había sucedido en Spa con el otro Toyota. Al final, tras esperar el tiempo prudencial y poder trabajar en la máquina, las aguas volvieron a su cauce… aunque ahora con una vuelta de diferencia entre los Toyota.
En una carrera como esta en la que Toyota se enfrenta principalmente a la prueba, este tipo de situaciones son las que pueden empezar a decantar la balanza del lado del #8, aunque sabemos perfectamente que en ocasiones Le Mans es traviesa y le gusta lanzar sorpresas de última hora que podrían dar la vuelta al a situación prácticamente por completo. Por ahora, Sébastien Buemi pilota el coche líder y tiene la responsabilidad de asegurarse que todo va bien si quiere repetir victoria junto a Brendon Hartley y permitir a Ryo Hirakawa convertirse en el quinto piloto japonés en vencer en la legendaria prueba tras Masanori Sekiya, Seiji Ara, Kazuki Nakajima y Kamui Kobayashi.
En tercera posición, sigue el aguante heroico del Glickenhaus #709, a cuatro vueltas del líder y a tres del segundo clasificado. Para que pudiera optar a más de lo que tiene, tendría que ocurrir un milagro (para ellos; desastre para Toyota), pero si logran aguantar el podio hasta el final, será sin duda un resultado histórico para ellos. El #708 es sexto en la general, cuarto entre los Hypercar, mientras el Alpine queda ya bastante más retrasado a causa de los problemas que había tenido a lo largo de la carrera. El único LMP1 aún en funcionamiento está a once vueltas de los líderes, a tres del segundo Glickenhaus, pero con pocas opciones de promocionar.
En LMP2, la jugada sí estuvo bastante animada, empezando la segunda mitad de la negra noche de Le Mans con un golpe del Ultimate en las curvas Porsche, aunque pudo continuar en carrera. Por lo demás, hubo sanción para el WRT #31 por haber sido considerado culpable de un impacto con el coche de Vector Sport, de manera que tuvieron que hacer un breve paso por boxes, perdiendo un importante tiempo que les hizo caer en la clasificación de su categoría. Ahora mismo están a dos vueltas de los líderes de clase y por lo tanto quedan ya descolgados de la pugna por la victoria.
En la zona noble de la clasificación, Antonio Félix da Costa hizo un fantástico stint nocturno, manteniéndose en cabeza al volante del JOTA #38 y defendiéndose de los ataques (a distancia) de un Robert Kubica que llegó a estar a menos de 2 minutos con el coche #9 de Prema. El polaco se sintió a gusto por la noche antes de ceder el volante a su compañero Lorenzo Colombo y el baile a distancia con el líder fue algo digno de observar. La diferencia entre los dos líderes en LMP2 es ahora de unos tres minutos, lo que en cualquier caso mantiene viva la pelea. Mientras tanto, el otro coche del JOTA con el #28 es tercero aunque a un giro de los líderes.
En GTE-Pro, el Porsche #92 que lideraba la carrera sufrió un pinchazo a escasos minutos de la marca de las dieciseis horas. Como siempre, los GT’s proporcionan emociones fuertes y suya ha sido la oferta de entretenimiento entre peleas y sorpresas. El ya ex-líder había tenido un cambio rápido del sistema de frenos, imagen siempre interesante de ver, pero que no le había impedido seguir en la pelea por la victoria. Sí lo hizo el susodicho pinchazo, que abre la puerta para que la carrera vuelva a quedar completamente por disputarse. El Porsche #91 es tercero a una vuelta de los dos líderes, el Corvette #64 y el Ferrari #51. Suya fue la pelea de la noche, con duelos espectaculares en la oscuridad y con la llegada de la luz.
Ahora mismo son los americanos, quienes lideran la categoría, aunque con una ventaja de menos de medio minuto, las cosas son aún suficientemente fluidas. Por detrás, la presencia del Ferrari #52 en el que milita Miguel Molina en cuarta posición y a un solo giro de los líderes, nos recuerda que en Le Mans no hay que dar nunca nada por perdido. Desafortunadamente, esto sí es necesario hacerlo con el Corvette #63 de Antonio García.Los problemas del auto del español le dejan a 24 vueltas de los líderes en su clase y no hay nada que hacer ahí salvo seguir adelante con el pundonor habitual para completar la prueba.
En GTE-Am, situación animada, como siempre, con una primera posición para el Porsche #99 de Hardpoint Motorsport, aunque con una parada menos que sus rivales, lo que significa que el líder real es el vetusto Aston Martin de TF Sport, con el #33. La pelea es muy cerrada, con hasta siete coches en la misma vuelta y con opciones muy reales de pelear por la victoria. Como siempre, la ‘menor’ de las categorías tiene la mayor igualdad.