Sería muy complicado destacar tan solo tres acciones sobre el resto después de 10 horas y 18 minutos, tiempo que ayer estuvo Fernando Alonso al volante del Cadillac DPi-V.R. en unas 24 Horas de Daytona que se vieron acortadas e interrumpidas por la poco oportuna lluvia. El ovetense lo dio todo. No quería que se le volviera a escapar este año la carrera de resistencia y en este caso la batalla estaba incluso más aderezada que la que podemos ver en el Mundial de Resistencia. No solo había una gran batalla, sino que además acompañaban demasiadas cosas en las que ni Alonso, ni el propio equipo Wayne Taylor Racing, tenían control.
Sandbagging, Balance of Performance, Infield, FCY… Muchos habrán exclamado durante este fin de semsna un “¡hablan muy raro estos estadounidenses!”. Sin embargo, todos nos quedamos prendados durante horas a la pantalla del ordenador o a la televisión viendo una entretenidísima carrera de resistencia que tuvo como uno de sus grandes animadores a Fernando Alonso, absolutamente la estrella este fin de semana en el Daytona International Speedway. Al volante del Cadillac, el bicampeón del Mundo de Fórmula 1 y ganador de las 24 Horas de Le Mans no solo estuvo en disposición de ganarles el cuerpo a cuerpo a los Acura y a los Mazda, sino que además fue capaz de recuperar el tiempo perdido por los relevos más irregulares de Renger Van der Zande y de Kamui Kobayashi y dejar siempre el coche en posición ventajosa.
Por lo tanto, en esas 10 horas de competición (contando banderas rojas) en las que Alonso estuvo al volante, tuvimos grandes momentos y, aunque difícil, me he prometido que nos íbamos a quedar con tres en particular. El primero de ellos quizás el más determinante y el que pasó de inadvertido para más de uno. En pleno diluvio del domingo, Fernando Alonso fue capaz de lidiar con los doblados y esquivar al LMP2 a la postre ganador que se encontraba «estrellado» contra las barreras antes de volver a entrar en el peralte del circuito oval. Un choque, cuando la carrera estaba tan cerca de pararse definitivamente hubiera cambiado mucho el final de la historia.
Los otros dos llegarían en una fase temprana de la carrera, justo cuando hubo que medir el potencial que tenía el Cadillac frente al de Acura. Allí le mandó un buen mensaje a Hélio Castroneves, piloto brasileño con el que estuvo bromeando en la parrilla de salida después de las declaraciones realizadas por el español acerca del BoP. Aunque la imagen que más se ha visto ha sido la del adelantamiento por el interior en el banking, lo cierto es que la persecución de Alonso venía de lejos. Concretamente de coger el coche en novena posición y lanzarse a la caza y captura de los pilotos que llevaba por delante.
Ha sido divertido. Estuvimos bromeando en la parrilla durante la presentación de los pilotos. Le pregunté que en qué turno iba a salir y cuando me dijo que iba a ser el segundo, yo le dije que también iba a estar ahí. ‘Nos veremos en la pista’ y cosas así le contesté. Nos encontramos y nos divertimos luego en carrera, pero sabiendo también que eran sólo las primeras dos horas de las 24 que había por delante.
Tras ese adelantamiento magistral a Castroneves, buena demostración de lo aprendido en Indianápolis, el siguiente paso sería adelantar al frágil Mazda del Team Joest pilotado por René Rast. De nuevo, aprovechando a un doblado y en este caso no haciendo un cuerpo a cuerpo, sino demostrando que podía frenar mucho más tarde que el resto. Se completaba así una remontada que les colocaba como líderes de carrera y que le daría un colchón al equipo de 20 segundos después de un relevo de 94 vueltas para Fernando. Podéis ver ambos en la OnBoard que os ponemos a continuación. Chapó.
Foto | Brian Cleary/Wayne Taylor Racing