En los rallyes, una de las averías más frecuentes que te pueden dejar fuera de competición es precisamente dañar el radiador y que esa fuga en el circuito de refrigeración derive en que la temperatura del motor alcance valores dramáticos hasta el punto de dañarlo de forma irreversible. Es por ello que una de las reparaciones más habituales que solemos ver a los competidores realizar en el enlace es el de buscar una forma de salvar la papeleta y tratar de llegar como les sea posible hasta el parque de asistencia.
Cerveza como líquido refrigerante – Thierry Neuville 2014:
No podemos olvidar sin duda el podio conseguido por Thierry Neuville y Nicolas Gilsoul en el Rally de México de 2014. El Hyundai i20 WRC había sufrido muchos problemas de fiabilidad durante el fin de semana, algo que ya no resulta nada extraño en la cita americana, una de las más duras del Mundial. Sin embargo, el final fue sin duda con suspense, ya que tras la celebración de los puntos de la Power Stage, la pareja belga todavía debía encontrar una solución para regresar al parque cerrado y no ser así descalificados después de quedarse sin líquido en el circuito de refrigeración.
Pensaron rápido en aquel momento Neuville y Gilsoul, aprovechando que la marca de cervezas Corona es uno de los principales patrocinadores de la carrera, optaron por utilizar una de las ‘caguamas’ de gran tamaño que se les dio en la ceremonia del podio para así rellenar el circuito del radiador y tras retirar el paragolpes delantero, llegar a la asistencia de León y conseguir el primer podio para el equipo en el Campeonato del Mundo.
Llevábamos tres o cuatro kilómetros del enlace cuando vimos la temperatura del motor muy alta, entonces me di cuenta de que teníamos un problema. Fuimos capaces de arreglarlo bastante rápido, pero para rellenar el sistema hicimos uso de todo lo que llevábamos en el coche, afortunadamente nos dieron algo de cerveza al terminar el Power Stage y la usamos. Después de detenernos de nuevo a llenar el sistema con más cerveza, la temperatura se redujo y entonces pensé que podía funcionar – Thierry Neuville
La solución del chicle – Byan Bouffier 2016:
Si el agujero en el radiador es de unas dimensiones no excesivamente grandes, también los rallyes nos han enseñado de una forma práctica cuál puede ser una reparación de emergencia para hacer esos pocos kilómetros hasta el taller más cercano. En este caso fueron Bryan Bouffier y Xavier Panseri, durante la disputa de la prueba polaca del ERC 2016, el Rallye Rzeszow, cuando nos mostraron cómo realizaban un tándem perfecto, y si al piloto francés le tocaba mascar la goma, iba a ser el experimentado copiloto galo al que le iba a tocar dar los últimos retoques y moldearla con los dedos para tapar de la mejor forma el agujero que tenía su Citroën DS3 R5.
¿Funcionó? A la vista está que la segunda plaza lograda fue un buen premio al esfuerzo y a la imaginación de los competidores, logrando completar las dos últimas especiales gestionando la gran diferencia con la que contaban sobre el tercer clasificado, por lo que la ‘ñapa’ funcionó.
El truco de las claras de huevo – Victor Cartier 2021:
Obviamente la intrahistoria del artículo viene de lo sucedido este fin de semana en el Barum Rally Zlin cuando Victor Cartier sufría problemas en su Toyota Yaris Rally2 Kit durante el segundo bucle del domingo. El francés que posteriormente sería penalizado por haber perdido un neumático de repuesto al estar este mal fijado en el maletero, debía detenerse en el enlace para tratar de reparar la fuga en su radiador. Ni corto ni perezoso, recurrió al truco de los huevos, que suele apuntar a que utilizando las claras de tres huevos vertidas a través del tubo del radiador y posteriormente poniendo en marcha el motor, al llegar a la temperatura de cocción del huevo, este buscará la forma de salir del circuito y taponará la fuga en el radiador desde dentro.
No es la única opción, ya que el pimentón también tiene un efecto parecido (siempre como medida de emergencia y para salir de un apuro, no como solución permanente), creando una especie de granos más gruesos que tienen a tapar las fugas más pequeñas. En el caso de Cartier, la situación no terminó con final feliz ya que tuvo que abandonar de forma definitiva, aunque de no hacerlo, seguramente habría tenido muy difícil el justificar de dónde había sacado los huevos utilizados para salvarse de la exclusión por “asistencia ilegal” ya que los equipos únicamente pueden emplear los elementos que llevan en el coche y no recibirlos de terceros.
Rally Valeo de 1987 que tenía etapa de asfalto y tierra. Estábamos en la misma clase que los Opel Corsa de la copa, que en asfalto eran más rápidos. Pero cuando empezó la tierra ganábamos a todos menos a uno. Me interesé por el piloto de aquel corsa…era un tal Luis Climent. Terminamos el rally a pesar de un vuelco. De asistencia estaban mi padre y Diego. Después de volcar, el radiador tenía una leve fisura. Mi padre que se las sabía todas, mandó a Diego (tenía 14 o 15 años) a una tienda que estaba allí mismo a buscar pimentón rojo. Apareció con un par de pimientos – Sergio Vallejo
Fotos | ERC