Empezó la temporada 2018 de la Xfinity Series de manera tormentosa. La PowerShares QQQ 300 abrió la acción en Daytona con una carrera repleta de incidentes, que llegó a las 12 cautions y a los cinco periodos de Overtime, el récord absoluto de NASCAR. El límite infinito de vueltas añadidas hizo que el evento se alargase a 143 vueltas en lugar de las 120 previstas, al final de las cuales llegó Tyler Reddick en primera posición empatado a tiempo con Elliott Sadler con una diferencia de 0.000, la más estrecha de la historia.
Daniel Hemric partía desde la pole position y aprovechó su posición delantera después de una breve oposición de Kyle Larson. Joey Logano era tercero tras apenas diez vueltas a pesar de salir último y se libró del primer accidente del día. Daniel Suárez pasó por fuera a un Austin Cindric despistado que no le dejó el suficiente espacio y trompeó al tocarse con Reddick. Brandon Jones y Christopher Bell tampoco pudieron evitar el accidente. Larson cerró los huecos a Logano, Justin Allgaier, Reddick y a un Elliott Sadler en remontada para ganar el primer segmento.
Sadler se puso líder en boxes al no cambiar neumáticos, a diferencia de los dos que instalaron sus rivales. Larson le adelantó de inmediato y retomó su férrea defensa de la primera posición ante Logano y Chase Elliott. Elliott adelantaría a Larson con un movimiento de «cintura» en recta y con la ayuda de Spencer Gallagher, cliente de Hendrick bien situado en este tipo de carreras. Elliott se adjudicó el segundo segmento por delante de Aric Almirola, Larson, Suárez y Gallagher.
Almirola, Hemric, Austin Dillon y Logano montaron dos neumáticos en su parada, pero el piloto de origen cubano tardó poco en ser rebasado por dos de los principales protagonistas en Logano y Larson. El de Penske y el de Ganassi mantuvieron un arriesgado duelo que les distrajo lo justo para que les adelantara Sadler, que se incorporaría a una apretada lucha por la victoria. Gray Gaulding dio paso a la cuarta caution de la carrera al romper el motor de su Toyota, forzando la parada en boxes de todos los pilotos delanteros. Logano siguió de líder entre la presión de Larson, Elliott, Sadler y otros pilotos de la Cup Series en su mayoría.
Sadler empujó a Elliott para ganar velocidad mutua, maniobra que NASCAR sancionó con un drive-through para ambos pilotos de JR Motorsports. Ambos tuvieron suerte, ya que poco después Ryan Truex intentó pasar a Ryan Reed y se tuvo que ir por el apron derrapando. Michael Annett perdió el control a su vez y chocó con Cole Custer y Jeff Green, que se cruzó en medio de la pista y generó un Big One a falta de 22 vueltas para el final.
Nada más relanzar se vieron dos choques en la recta de meta, fruto de la colisión entre Truex y Garrett Smithley a la salida de la curva 4 y de Brandon Jones y Annett en el trióvalo. Vinnie Miller impactó con el muro en la resalida inmediata, generando otra bandera amarilla. Larson encabezó un tembloroso 3-wide con Logano y Suárez por fuera que no se libró de otro incidente, ya que Sadler perdió el control de su Chevrolet en medio del grupo.
Llegó el Overtime y con él una locura que comenzó con un Big One. Elliott dio un empujón a Almirola y éste dio aún más fuerte a Larson, que trompeó y se llevó a Logano. Los cuatro líderes salieron dañados en un choque de 18 coches que sorprendentemente no causó ninguna bandera roja. Dicha continuidad dejó a Suárez sin gasolina y cedió el liderato a Reed. El de Roush resalió mal y se vio apartado por el grupo, que no salió ileso: Ross Chastain echó a Gallagher en la salida de la segunda curva de camino a otra caution.
Reddick aguantó el liderato ante Reed pero cuando parecía que iba a ganar se vio otro accidente en el trióvalo, el choque entre Larson y Ryan Ellis. Dylan Lupton trompeó en la siguiente resalida y su caution forzó finalmente la aparición de la bandera roja ante el temor de ver a varios coches sin gasolina. El quinto Overtime fue el decisivo y Reddick mantuvo el primer puesto a pesar de la presión de Reed, Truex y Sadler. Entre los pilotos imprevistos con buenos resultados acabaron Kaz Grala y Smithley en el top 5, Gallagher sexto tras su trompo y Brandon Jones décimo a pesar de dañar su coche en los Big One.