En estas semanas previas a las Navidades escasean las competiciones a las que echarse a la boca. No ocultaré que mi foco ha variado un poco en estos últimos días, dándome a los deportes de invierno en Eurosport como metadona ante la falta de carreras. Pero afortunadamente este domingo ahí estaba el Turismo Carretera argentino para rescatarme. Y su última cita no defraudó, conquistando Agustín Canapino en las últimas vueltas el título. Pero como tantas y tantas veces más interesante aún es la historia del gran perdedor.
¿Te imaginas que una marca compita durante 46 años de manera más o menos regular en un campeonato sin lograr el título? Bueno España está más o menos en las mismas con el Festival de Eurovisión, pero lógicamente hablamos de automovilismo… No hace falta que te lo imagines, pues ahí residía gran parte del interés del desenlace de la categoría más popular de Argentina. Hablamos de Torino, que gracias a Facundo Ardusso podía volver a saborear las mieles del triunfo.
Para quienes no conozcan el automovilismo argentino de cerca, la historia es un poco rocambolesca y resulta hasta dificil de explicar (agradezco correcciones de lectores argentinos en los comentarios), pero lo intentaremos. Torino ni siquiera es un fabricante como tal. Era un modelo de las extintas Industrias Kaiser Argentina, adquiridas a principios de los ochenta por Renault. Los Torino, muchas veces ligados a la saga familiar de los Di Palma, protagonizaron algunas de las más brillantes páginas del automovilismo argentino, dejando su firma incluso en resistencia y nada más y nada menos que en Nürburgring.
El fin de su fabricación a mediados de los ochenta debía poner también punto final a su presencia en competición, pero el Torino regresó pocos años después con motor de Jeep Cherokee. Y aunque fue conquistando podios, victorias y hasta campeonatos en las categorías de desarrollo del TC, el título más importante se le ha venido resistiendo. Célebre es la forma en que Pechito López perdió la oportunidad de ganar TC, TC2000 y Top Race la misma temporada (2009): acabó encallado en la escapatoria tras perder el control al pisar aceite dejado por su compañero de equipo.
Sin embargo esa espera parecía llegar a su fin en este 2017, después de que Renault decidiera ampliar su apoyo al automovilismo argentino. Ya presente en el Súper TC2000 o el Dakar, la marca francesa se propuso apoyar dos Torino oficiales para Emiliano Spataro y Facundo Ardusso, siendo este último quien llegaba líder a una última cita en la que hasta cuatro pilotos tenían opciones matemáticas de título. Pero desde la primera vuelta quedó claro que Ardusso no tenía ritmo, quedándose clavado en el décimo puesto.
Aún así su rival más cercano, Agustín Canapino, necesitaba remontar hasta un cuarto puesto sinónimo de título. Y para alcanzarlo le tocó adelantar curiosamente a otro Torino, uno privado en manos de Alan Ruggiero, que aguantó estoicamente hasta la penúltima vuelta. Finalmente esos 0,25 puntos significan que la sequía de Torino durará un año más y sonrieron a Canapino.
Puedes revivir esa última carrera del Turismo Carretera en el siguiente vídeo, a partir de las dos horas y 25 minutos (2:25:00):
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