Si hay una categoría del motor que atraviesa una situación crítica por los efectos del COVID-19 es el DTM. En Alemania está sobre la mesa la opción de reanudar los deportes a puertas cerradas con el fin de cumplir con los contratos, la Bundesliga analiza tal alternativa para volver a la acción, pero en el caso del DTM tal propuesta luce inviable ya que según Gerhard Berger, responsable del campeonato, los seguidores del DTM representan la prioridad y sin su presencia en los circuitos sería preferible cancelar la temporada.
El DTM está paralizado en muchos sentidos, el principal es su calendario y luego están las diversas conversaciones que deben establecer para asegurar la continuidad de la categoría. Pero si no hay acción en pista se complican las tareas de Berger, quien además debe lidiar con las amenazas del retiro de Audi y la ausencia de interés de nuevos fabricantes.
A ciencia cierta no hay fecha segura para iniciar el campeonato ni tampoco existe la certeza de que el DTM pueda desplazarse hacia los diversos circuitos de Europa donde había acordado competir. Las restricciones sanitarias para enfrentar al COVID-19 mantienen su vigencia y mientras el brote no sea controlado por completo no se permitirán grandes concentraciones de público, así que en tal sentido la organización del DTM tiene ese factor en contra.
En palabras de Gerhard Berger:
Nuestros clientes son los fanáticos, si ellos no están en el circuito no habrá carreras. Debemos ponernos en marcha lo más pronto posible para que la economía contribuya a conservar nuestros trabajos. Hay una crisis por el coronavirus y debemos mantener la calma para no generar otra crisis porque entonces esto no tendrá fin.
Vía | Speedweek