El Gran Premio de Bahréin ha finalizado y Carlos Sainz se ha quitado la espinita que tenía clavada en este circuito. El español desde que ha competido en la Fórmula 1 en el trazado de Sakhir nunca había conseguido finalizar la carrera. Sin embargo, en esta ocasión ha finalizado en la undécima posición en una cita en la que no lo ha tenido nada fácil desde el comienzo de la carrera.
El piloto madrileño partía desde la décima posición tras un fin de semana un tanto complicado para Renault que se ha mantenido a marchas forzadas en la posición de puntos. El comienzo de la carrera no ha sido cómo él esperaba. Un error en la elección del mapa del motor Renault le ha impedido poder hacer una salida limpia, puesto que le han patinado demasiado los neumáticos y ha caído en la clasificación.
La clave de todo está en la salida. Perder cuatro posiciones sólo por patinar los neumáticos, creo que no hemos acertado con los mapping de salida. Esto nos ha comprometido la carrera, hemos salido en tráfico y en ningún momento hemos podido demostrar el ritmo que teníamos, ni adelantar, ni guardar gasolina. Cuando tienes que guardar tanta y tanta gasolina no te puedes ni tirar a los de adelante porque enseguida te quedas sin gasolina. Al final ya iba sobreviviendo.
Carlos Sainz ha tenido que hacer una carrera de sobrevivencia. El consumo del circuito de Sakhir ha comprometido todo el Gran Premio para el español, puesto que al estar en tráfico desde el inicio de carrera no ha podido gestionarlo cómo le hubiese gustado. Además, el equipo ha tenido que ir improvisando sobre la marcha, puesto que la estrategia que tenían diseñada no se podía aplicar por la posición en la que iba el madrileño.
En los últimos compases de la carrera ha mantenido un mano a mano con Esteban Ocon, siendo finalmente el piloto de Force India quien se llevó el gato al agua y logró el punto de la discordia. Sainz se marcha de Bahréin con un sabor agridulce, pero tiene la mente puesta en la siguiente cita del Mundial, que será en el Gran Premio de China la próxima semana.
La segunda parada ha sido quizás demasiado pronto. Obviamente íbamos estancados detrás de los Force India, que tienen mucha velocidad punta y no los podíamos pasar. Quizás hemos parado demasiado pronto, pero es la consecuencia de no ir en el sitio de donde era nuestra carrera que era entre el sexto y el octavo.
