Advertimos que esto no es El Mundo Today sino Diariomotor Competición, por mucho que el título suene a broma. Uno de los Toyota TS050 que tuvieron que abandonar las 24 Horas de Le Mans 2017, concretamente el número 7 autor de la pole y líder durante buena parte de la carrera, empezó a sufrir problemas mecánicos después de recibir indicaciones de un ‘falso comisario’. O al menos eso aseguró Pascal Vasselon, director técnico de Toyota GAZOO Racing, al terminar la prueba.
Vasselon declaró a Sportscar365, una de las webs de referencia del mundo de la resistencia y que por lo tanto es merecedora de la máxima de las credibilidades, que el embrague del #7 quedó dañado después de que Kobayashi al repostar bajo Safety Car recibiera en el carril de boxes indicaciones de un ‘falso comisario’, lo cual le obligó a arrancar y parar en varias ocasiones: el semáforo en rojo y la indicación gestual generaron confusión en el piloto nipón. Y lo peor es que una historia tan rocambolesca tiene una base totalmente cierta.
Poco ha tardado en salir a la luz el corte de vídeo en el que un piloto con mono naranja, que muchos identifican como Vincent Capillaire, se acerca al Toyota #7 y le hace un gesto con el pulgar hacia arriba, que Kobayashi interpreta como que podía reemprender la marcha. En su descargo he de reconocer que recuerdo haber visto la acción en directo y de verdad creí que era un comisario… El resto es historia. Se quemó el embrague, el Toyota #7 no pudo coger velocidad al marcharse el Safety Car y acabó tirado en pista. Vasselon tiene clara la relación de causalidad…
La traducción íntegra de sus palabras es la siguiente: «Es increíble… Alguien se acercó a decirle, y lo tenemos en vídeo «Vamos, vamos, vamos». Y normalmente nuestros pilotos acostumbran a dar preferencia a los gestos de personas (sobre otras indicaciones). Por nuestra parte le dijimos que parara porque el pelotón tras el Safety Car estaba de camino y no era posible salir. Hubo, como te puedes imaginar, cierta confusión. Arranque, parada, arranque, parada. Realizó varias operaciones de arrancado con el embrague y el motor de combustión y terminó por quemar el embrague al encontrarse en una situación que jamás debió producirse».
Según Motorsport-Total, que también se hace eco de la noticia, los embragues de los LMP1 híbridos están diseñados para funcionar una vez lanzados los coches tan sólo con ayuda de las baterías que emplean para rodar en el pitlane. Los múltiples arranques y paradas del Toyota #7 obligaron a emplear el embrague con el motor de combustión encendido y en funcionamiento a velocidades menores de lo habitual.
Via | Sportscar365 y Motorsport-Total