Parecía que era un acuerdo completamente hecho con la aprobación por parte de los comisionados municipales de la ciudad, sin embargo, el contrato entre los responsables del Mundial de Fórmula 1 y la Ciudad de Miami no ha sido firmado antes de la primera fecha de corte dada, el pasado 1 de julio de 2018. Todo parece indicar que han sido las numerosas quejas de los vecinos de la zona de Bayfront Park los que han influido para que la decisión final se haya retrasado.
Según la información publicada en Forbes, un grupo de 11 residentes de esa zona de la ciudad han elevado una queja que hacer referencia a la posible infracción de las normas de ruido por parte del futuro Gran Premio, lo que obligaría a los responsables de esta iniciativa a replantearse un recorrido (Hamilton ya se ofreció hace meses para ayudarse a su diseño) que en principio se iba a extender muy cerca del paseo marítimo y con una longitud de 4,18 kilómetros. Al parecer, en esa misma área también se lleva a cabo el Ultra Music Festival, por lo que ese grupo de vecinos parece temer que la Fórmula 1 alcance incluso niveles de ruido más altos, además de afectar seriamente al tráfico.
La amenaza va tan en serio de confirmarse la celebración de un Gran Premio de Miami en dicha zona, el presidente de la Asociación de Vecindarios de Biscayne (BNA) ya ha advertido de una posible demanda, algo que ha llevado a Joe Carollo, comisionado de la ciudad estadounidense que de ser así es muy probable que ganen dicha demanda. A pesar de que Liberty Media está decidida a competir en Miami, tanto que incluso se rumorea que no impondría un canon, esta puede ser una gran piedra en el camino para la Fórmula 1, una nueva demostración de que la Fórmula E está llegando a lugares en los que la categoría reina todavía no puede acceder. El tiempo va en su contra.
Vía | Forbes