Durante todo el fin de semana los tres pilotos de Team Penske se mostraron en un nivel superlativo, lo que confirmaron en la fase final de la clasificación para las 500 Millas de Indianápolis, con un Scott McLaughlin soberbio, imponiendo un nuevo récord de velocidad en estas instancias. La jornada de hoy inició con la selección de los seis más rápidos, de los doce privilegiados que pasaron a esta fase, acá accedieron al Fast Six Will Power, Scott McLaughlin, Josef Newgarden, Santino Ferrucci, Kyle Larson y Alexander Rossi, luego vendría una pausa para el Bump Day y posteriormente se definirían las dos primeras filas para la carrera.
La tarde iniciaba con ciertas incertidumbres en los predios de Chevrolet, el aumento en la presión del turbo provocó ciertos contratiempos en el pleno de los motores, sin embargo, Ilmor activó sus dinamómetros durante la noche para diagnosticar lo que ocurría, razón por la cual hoy no se presentaron los problemas de ayer y Chevrolet aseguró los ocho primeros lugares en la formación de salida. Una vez que inició la búsqueda de los seis más rápidos, Ryan Hunter-Reay, Kyle Kirkwood y Takuma Sato no pudieron avanzar y se ubicarán en la cuarta fila, por delante saldrán Felix Rosenqvist, el mejor piloto Honda clasificado, Patricio O’Ward y Rinus Veekay. Por su parte los tres pilotos de Penske seguían demostrando mucha superioridad en sus promedios por vuelta, asegurando los tres primeros lugares rumbo al Fast Six, acompañados por Alexander Rossi, Kyle Larson y Santino Ferrucci.
Sin lugar a dudas, la pausa para disputar los últimos tres lugares de la parrilla estuvo muy interesante. Graham Rahal, Marcus Ericsson, Katherine Legge y Nolan Siegel se enfrentaron en dos tandas, en la primera de ellas Ericsson cometió un increíble desliz mental porque dejó de acelerar momentáneamente en su cuarta vuelta lanzada creyendo que ya había completado su participación. El piloto sueco, protagonista de grandes actuaciones en las dos últimas ediciones de la Indy 500, se colocaba a las puertas de una escandalosa eliminación. Sin embargo, sería salvado primero por Rahal con una deficiente actuación y luego por Siegel, quien en su último intento chocó contra el muro, estrellándose por segunda ocasión en el fin de semana. El novato de 19 años salió ileso pero con la decepción de ser el único en pista que deberá observar la carrera desde afuera.
Una vez que llegó el Fast Six, el primero en salir a registrar tiempos fue Santino Ferrucci, alcanzando 232.692 mph. Luego salió Kyle Larson y registró 232.846 mph. De inmediato, el piloto se bajó del monoplaza de Arrow McLaren y subió a un helicóptero para trasladarse a North Wilkesboro, es decir desde Indiana hasta Carolina del Norte, para competir en la All Star Race prueba no puntuable para la NASCAR Cup Series. Mientras en el óvalo de Indianápolis salía a pista Alexander Rossi, el otro piloto de Arrow McLaren estableció un promedio de 233.090 mph, que le concedió el primer lugar a falta de tomar la pista los tres pilotos de Penske.
Josef Newgarden realizó su primera vuelta a 234.188 mph, lo que hacía presagiar que sería más rápido que Rossi y un candidato firme a la pole, sin embargo no pudo reeditar tal velocidad en sus otras vueltas y finalizó con un promedio de 233.808 mph. El penúltimo en salir a pista fue el australiano Will Power, quien no empezó con buen pie al registrar una velocidad inferior a Newgarden en su primera vuelta, pero luego aceleró a tal punto que sus últimos giros fueron tan buenos que registró un promedio de 233.917 mph, de allí que si McLaughlin quería estar por delante debía correr buscando el récord y así fue. El piloto neozelandés en su primera vuelta rodó a 234.526 mph, dejando boquiabiertos a los espectadores, el coche nombrado el «Submarino Amarillo» por la relación referencial a la obra de Los Beatles y a la icónica decoración afín a Penzoil, parecía un destello luminoso en el circuito. Segunda vuelta a 234,371 mph, luego mantuvo ese ritmo y cerró su presentación con un contundente promedio de 234.220 mph, suficiente para celebrar un gran fin de semana y además enviar un mensaje a sus adversarios.