Liberty Media ha dado un aire de renovación a ciertos aspectos de la Fórmula 1 desde que compró la empresa gestora del deporte en 2016. A la vanguardia de las tecnologías en busca de un público más joven y con la introducción de un himno y un logo de fácil reconocimiento, Liberty ha anunciado repetidamente la cuenta atrás a la carrera puntuable número 1000 de la historia de la F1 como culminación de su gestión inicial. Desgraciadamente, dicha carrera 1000 ha acabado siendo un espectáculo poco recomendable dónde Mercedes volvió a exhibirse por delante de Ferrari y Red Bull, que no pudieron seguir a las Flechas de Plata.
Lewis Hamilton labró su triunfo en una salida excelente, perfecta devolución de lo sucedido en Australia. El inglés patinó lo suficiente en Melbourne para cederle el primer puesto y con ello la victoria a su compañero Valtteri Bottas y en Shanghai los papeles se intercambiaron, en parte por la mejor arrancada de la parte exterior del asfalto. Hamilton paró un poco tarde en el primer stint y Mercedes se permitió el lujo de hacer parar a sus dos coches al mismo tiempo en la segunda ronda, perdiendo Bottas el tiempo justo para que Charles Leclerc le pasara y recuperando el segundo lugar gracias al DRS para encabezar el tercer doblete de la marca alemana.
Ferrari jugó una baza extraña en la teórica velocidad superior de Sebastian Vettel, que sigue siendo el piloto más destacable del equipo italiano. Charles Leclerc adelantó al alemán en la salida y no pudo seguir a los Mercedes, dejando pasar a Vettel en la vuelta 11. El tetracampeón tampoco encontró la forma de ir a por los coches germanos y tuvo que cubrirse estratégicamente ya que Max Verstappen hizo su primera parada en busca del undercut. Verstappen llegó a lanzar el adelantamiento sobre Vettel en la misma horquilla dónde colisionaron en 2018, pero el piloto de Ferrari dejó que el holandés se pasase de frenada para mantenerse por delante.
A Vettel le bastó con aguantar a Verstappen para asegurarse un lugar en el podio y el de Red Bull solventó su trompo en la vuelta de formación en una carrera bien preparada, que le permitió situarse delante de Leclerc y no mirar atrás después de la primera parada. El monegasco fue perjudicado por una estrategia confusa e instaló un juego de medios que no funcionó tras intentar ir a una parada, llegando a meta en un lejano quinto puesto sin opciones de ir a por un holandés al que conoce desde sus tiempos en el karting. Pierre Gasly (6º) quedó en tierra de nadie pero sacó la vuelta rápida al hacer una parada final para buscar el punto extra.
Gran Premio cara y cruz para Renault, mejor equipo de la llamada «Fórmula 1.5» ante la enorme distancia de los tres equipos de cabeza. Nico Hülkenberg sufrió problemas mecánicos y supuso el primer abandono de la carrera en otra muestra de la pobre fiabilidad francesa en lineas generales. Todo lo contrario que Daniel Ricciardo, al fin llegado a meta con el uniforme amarillo en un evento poco lúcido y sin embargo decente. Una buena salida permitió al australiano mantener la séptima posición hasta la llegada, basándose en el aguante con el neumático medio que realizó buena parte de la zona media.
Sergio Pérez realizó una sólida actuación gracias al pillerío que aporta la veteranía. El mexicano partió duodécimo y finalizó octavo gracias en gran medida a un arranque inspirado, también desde el teórico lado sucio, en el que rebasó a los dos Haas y a Hülkenberg por las líneas exteriores. Kimi Räikkönen tardó en hacer su única parada y una vez pasó por el pit lane siguió en su particular calma, adelantando al dúo de Haas y presionando a Pérez sin llegar a buscar el hueco al piloto de Racing Point, a su vez cerca pero sin poder atacar a Ricciardo.
La remontada de Alexander Albon fue una de las sorpresas agradables del fin de semana. El rookie trituró su coche en la parte final de la tercera sesión de entrenamientos libres y tuvo que partir desde el pit lane con un vehículo prácticamente nuevo. Nada amilanó al tailandés de camino a la décima posición y su segunda carrera en los puntos en la Fórmula 1, empezando con gomas blandas y poniendo las medias para resistir hasta el final. Romain Grosjean y Lance Stroll optaron por dos paradas y presionaron sin éxito a Albon, quedando más lejos Kevin Magnussen y un dañado Carlos Sainz que pudo rebasar a pocos rivales, entre ellos a un apagado Antonio Giovinazzi.
McLaren se quedó pronto sin opciones en un incidente digno de estudio con Daniil Kvyat. El ruso no vio a Sainz en la primera vuelta y ambos se tocaron, sin aflojar Kvyat de camino a un Lando Norris que se alzó brevemente del asfalto. Los dos coches de Woking pasaron por el pit lane con el Virtual Safety Car y Kvyat se llevó un drive-through por la maniobra. El piloto de Toro Rosso cambió su morro más adelante y se retiró por los daños en la colisión con un Norris que también abandonó antes de tiempo. Los Williams acabaron a dos vueltas, George Russell de nuevo muy por delante de un Robert Kubica que también trompeó en la fría vuelta de formación.