Llegados al ecuador de la temporada 2017 del Mundial de Fórmula 1 los dos grandes aspirantes al título, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, están separados por sólo un punto. Visto así parece que nos encontramos ante un campeonato de lo más apretado. Mucho más que los cinco últimos al menos. Sin embargo las sensaciones son las contrarias: cada vez el Mundial está más desequilibrado y el excelente fin de semana de Mercedes en Gran Bretaña fue sólo un síntoma más.
La jornada de viernes ya dio muestras del potencial de Mercedes en Silverstone, pese a que tuvieron que anunciar una nueva penalización por sustitución de la caja de cambios, esta vez en el coche de Valtteri Bottas. Y el sábado Lewis Hamilton estuvo intratable en la sesión de clasificación, siendo el único punto de discusión la posible sanción por molestias a Romain Grosjean. La libró y ya nada pudo evitar que Hamilton fuera profeta en su tierra por quinta vez, récord del GP de Gran Bretaña empatado con Jim Clark y Alain Prost.
Sin embargo la medida del potencial de Mercedes no la da Hamilton. La da la remontada de Valtteri Bottas. Desde luego, el doblete de Mercedes nunca hubiera sido posible sin los pinchazos de los Ferrari (que Pirelli achaca a causas distintas), pero Bottas mostró un gran ritmo incluso con goma usada (teóricamente punto débil de Mercedes) y superó a Sebastian Vettel en pista con todas las de la ley. Si la temporada arrancó con fuerzas equilibradas y un Ferrari mucho más ágil en el plano estratégico, hace ya tiempo que el panorama cambió y sólo las sanciones o los líos en carrera han permitido a Vettel mantenerse en lo alto del Mundial de Pilotos.
Además hay que decir que a Sebastian Vettel no le salió gran cosa en Silverstone, un trazado que se le suele atragantar. Quedó por detrás de su compañero el sábado, tuvo problemas en parrilla y se le coló Max Verstappen en la salida, con todo lo que ello siempre conlleva en esta «nueva» Fórmula 1 donde hay manga ancha en el cuerpo a cuerpo y el neerlandés se siente siempre tan a gusto. Red Bull sigue lejos de Mercedes y Ferrari, pero ante la enorme brecha que hay tras el equipo de las bebidas energéticas (ojo a la remontada de Daniel Ricciardo hasta el quinto puesto, error incluido) aspiran a convertirse en los únicos animadores de la lucha por el título. Hungría sería un gran escenario para ello, pero para tener una bonita pelea hasta noviembre necesitamos sobre todo que Ferrari dé con la tecla en los dos o tres próximos GGPP. Lo cual parece harto complicado ante el historial de desarrollo de la Scuderia durante la temporada.
El mejor del resto fue Nico Hülkenberg, sexto y brillante en el cuerpo a cuerpo inicial con la curiosa vestimenta retro que vistió todo el equipo Renault durante el domingo. Bueno, cierto es que Jolyon Palmer poco la lució por avería durante la vuelta de formación de la que podría ser una de sus últimas apariciones con Renault ante la cantidad de rumores que le colocan lejos del equipo con base en Enstone. Como en Austria Force India protagonizó una carrera anodina con sus pilotos de la mano durante buena parte de la prueba y esta vez Esteban Ocon superó a Sergio Pérez, dato que no pasa de la categoría de anécdota ante lo poco que había en juego. Y ya veremos si Ocon no acaba en Renault próximamente. Cerró la zona de puntos Felipe Massa en otro fin de semana decepcionante para Williams y donde Lance Stroll estuvo desaparecido en combate.
Cuatro equipos se van de vacío de Silverstone. McLaren despuntó puntualmente durante el fin de semana pero necesitaba algo más de caos en carrera para optar a puntos en un trazado tan rápido y con el carro de sanciones que arrastraba Fernando Alonso (lo cual hacía de su abandono por avería lo de menos), mientras que en el apartado de decepciones sin duda alguna hay que destacar a Haas, si bien Kevin Magnussen pareció ser víctima indirecta del toque entre los Toro Rosso. En cuanto a Sauber, bastante cerca estuvieron el domingo en comparación con su discretísimo ritmo en entreenamientos libres.
El inciso obviamente hay que hacerlo con Toro Rosso. No se sabe muy bien qué rumbo tiene ese equipo. Daniil Kvyat parece un piloto agotado y camino de obtener una carrera de sanción, pero Red Bull amenaza con darle un año más. Carlos Sainz Jr. no quiere seguir allí y ello en poco va a beneficiar a la estructura al completo. Por detrás poco tiene Red Bull para sustituirlos. Y encima esta última semana a todos nos ha entrado prisas por endosarles el motor Honda con tal de que los japoneses se queden de un modo u otro en Fórmula 1. Puede que incluso con vistas a una venta a medio plazo. O aprovechan el parón veraniego para dejar las cosas claras o la segunda mitad de año puede acabar siendo memorable por todas las razones equivocadas.
Foto | Scuderia Ferrari
