Anocheció el asfalto mojado en Singapur, una carrera nocturna que añadió con el líquido elemento un extra de peligrosidad bueno para el espectáculo pero cuidadoso para los pilotos. La arrancada del Gran Premio ya vio diferencias en cuanto a la gestión inicial del evento por parte de varios pilotos. Lewis Hamilton realizó una salida espectacular, subiendo cuatro posiciones en el comienzo. También subió mucho Fernando Alonso, que se puso quinto fugazmente e intentó ascender por el exterior del trazado en una complicada primera curva.
Y se acabaron las bondades para el ovetense. Alonso pasó por el exterior de Max Verstappen cuando a su vez llegó el descontrolado Ferrari de Kimi Räikkönen, dañado de muerte tras el choque inicial entre el holandés y el finlandés. El McLaren dio un salto ante la colisión con Verstappen, aunque milagrosamente pudo seguir en carrera a pesar del impacto del Red Bull. Alonso siguió en pista unas vueltas hasta que se vio obligado a retirarse por los daños excesivos en su MCL32.
Se vio forzado Alonso aún así a reafirmar sus capacidades ante la prensa. «El coche estaba destrozado, es un milagro que pudiera seguir compitiendo», explicó el de McLaren. «Podríamos haber luchado por la victoria al principio o por lo menos haber subido al podio. Es una pena porque a veces nos funcionan las cosas y otras veces no. Cuando cambiamos motor u otras piezas, acaban los 20 coches la carrera. Aquí vamos bien con la lluvia y nos quedamos fuera a las primeras de cambio. Las salidas son complicadas desde tan cerca del muro, así que nos redimiremos e intentaremos ir con garantías a Malasia».
Dentro las posibles explicaciones de Alonso, hay que tener en cuenta que han abandonado ocho pilotos en lo que ha acabado siendo un GP conflictivo. Es probable que el español hubiera sacado tajada de la carrera singapurense, no solo por las virtudes del McLaren en el circuito urbano sino por la gran adaptación en general del equipo de Woking, reflejada en una sólida actuación de Stoffel Vandoorne. El próximo GP de Malasia debería ser más perjudicial para McLaren, aunque por suerte para sus pilotos la agonía mecánica del motor Honda tiene las carreras contadas.