Se esperaba tanto el título de Lewis Hamilton, que le coloca en pie de igualdad con una leyenda como Juan Manuel Fangio, como la victoria de Red Bull, finalmente obtenida por Max Verstappen. Pero el Gran Premio de México 2018 decepcionó como carrera. Ni la salida fue tan movida como todos teníamos en mente, ni los neumáticos dieron los quebraderos de cabeza que amenazaban con dar tras los entrenamientos libres del viernes.
Partía desde la pole Daniel Ricciardo tras dar la campanada en clasificación pero poco le duró esa posición de privilegio al arrancar de forma pésima. Así su compañero Max Verstappen tomó el relevo y debió apurar al máximo la primera frenada para contener a Lewis Hamilton, que posteriormente no pudo oponer gran resistencia. Los apuros de Ricciardo generaron efecto acordeón en el pelotón y como consecuencia en las primeras curvas vimos toques como el de Sebastian Vettel y Valtteri Bottas o el que provocó que el alerón de Esteban Ocon acabara impactando con el McLaren de Fernando Alonso. La refrigeración del McLaren se vio afectada y forzó el abandono del español.
Viendo que por ritmo difícilmente se podría superar a Max Verstappen, Mercedes llamó a Lewis Hamilton muy pronto a boxes. Red Bull intentó cubrirle con Daniel Ricciardo y en la vuelta siguiente hizo parar al neerlandés, mientras que Ferrari sorprendió al dejar más tiempo en pista a sus pilotos. Así, tanto Sebastian Vettel como Kimi Räikkönen pararon en la vuelta 17 y el alemán pudo atacar en final del siguiente relevo a Hamilton y Ricciardo. El Virtual Safety Car provocado por el abandono de Carlos Sainz dio un breve respiro a Ricciardo, pero la pelea de los doblados Leclerc y Pérez molestó al australiano y abrió la puerta a Vettel.
Los problemas de gestión de neumáticos de Lewis Hamilton fueron a peor y no sólo vio al Ferrari de su aún rival por el título adelantarle, sino que Ricciardo con idéntica estrategia le alcanzó, pasándose de frenada en la primera curva y visitando la escapatoria. Curiosamente su compañero Valtteri Bottas hizo lo mismo una vuelta más tarde en lucha con Kimi Räikkönen, momento en el que Mercedes decidió nadar y guardar la ropa: era día para atar el título de pilotos y Ferrari no iba a sacar máximo provecho en constructores gracias al amplio liderato de Max Verstappen.
Pero la Scuderia rascó aún así un doble podio. Una avería en el embrague dejó fuera de carrera al Red Bull de Daniel Ricciardo, que se mostró desolado ante la prensa. Y ello puso en alerta a Verstappen, levantando el pie hasta la bandera a cuadros. Así, el final de carrera fue extremadamente tranquilo, valiéndole el cuarto puesto a Lewis Hamilton para proclamarse pentacampeón del mundo.
Sólo cuatro coches acabaron en la vuelta del líder, pues Valtteri Bottas paró una tercera vez aprovechando el Virtual Safety Car forzado por la retirada de Ricciardo y el resto de coches acabaron a dos y hasta tres giros. Renault estuvo mejor entre los equipos terrenales mas la fiabilidad sólo permitió que rascaran un sexto puesto con Nico Hülkenberg, por delante de Charles Leclerc, Stoffel Vandoorne, Marcus Ericsson y Pierre Gasly, el único de entre ellos a dos paradas.
Tres equipos se marchan de vacío del Autódromo Hermanos Rodríguez, con dos perdedores claros. Haas no estuvo a la altura en todo el fin de semana y sus dos coches acabaron como los peores clasificados, mientras que Force India luchó en todo momento por los puntos pero vio cómo Sergio Pérez sufría problemas de frenos y Esteban Ocon protagonizaba buena parte de los toques del día, sumando al de la salida encontronazos con los Toro Rosso. De Williams poco cabía esperar, en la línea del resto de la temporada.
En Brasil debería caer el título de constructores, pues pese al tropiezo en México Mercedes mantiene 55 puntos de ventaja sobre Ferrari, quedando ya bastante decantada la lucha por el valioso cuarto puesto en favor de Renault.
Foto | Daimler