Aunque pueda parecer que no, esta Fórmula 1 moderna no solo está siendo un reto mayúsculo para los pilotos en términos de velocidad y de gestión, sino que además también está siendo una gran prueba para los ingenieros, especialmente los que se sientan cada domingo en el muro y que son el vaso comunicante de los competidores entre el coche y lo que está sucediendo en el resto del circuito y con sus rivales.
Si en el Gran Premio de Austria y en el de Estiria vimos un fenomenal trabajo desde el muro de McLaren para ayudar a Lando Norris a gestionar la energía disponible en su batería y así poder llevarse el podio aprovechando la sanción a Lewis Hamilton y una semana más tarde, adelantar a Sergio Pérez en ese mismo escenario, hace unas horas vimos algo parecido en la sufrida victoria lograda por el seis veces Campeón del Mundo de Fórmula 1.
El pinchazo, que se manifestaba en plena recta Wellington, justo cuando el contador de vueltas indicaba que se estaba afrontando el último giro antes de ver la bandera a cuadros obligaba no solo a que Lewis hiciera una segunda mitad del circuito lo más inteligente posible, sino que además llevaba a ver la materia de la que estaba hecho su hombre de confianza, Peter ‘Bono’ Bonnington.
Creo que llegué a la recta del Hangar y pude escuchar «tienes 19 segundos» en ese momento y estaba tratando de acelerar, pero la rueda obviamente estaba haciendo un verdadero desastre y estaba pensando » Dios, ¿Cómo voy a superar estos últimas curvas sin perder demasiado tiempo? Pero afortunadamente llegué a la curva 15 y luego, una vez que llegué a las últimas dos curvas, fue realmente cuando fue un desastre. Podía escuchar «siete, seis, cinco …» y me las arreglé para mantener la calma
Y el resultado fue precisamente lo que se pide de un equipo así. Bono dirigió con firmeza, seriedad y tranquilidad la carrera de Hamilton en esa última vuelta, transmitiéndole toda esa seguridad al británico, narrándole el minuto y resultado de su diferencia frente a Max Verstappen y cómo esta iba menguando debido a la velocidad del holandés en su consecución de vuelta rápida. Respeto mutuo y confianza el uno en el otro.
“Is a Lucky Boy!” acertaba a decir Verstappen tras la oportunidad perdida, pero lo cierto es que además de esa suerte del campeón, también hubo una maravilloso trabajo, primero por parte de Hamilton al volante, manteniendo lo máximo posible la banda de rodadura en su sitio, como por parte de Bono a la radio. Espero que con la subida de sueldo en la renovación de Hamilton también haya un “blindaje” a su ingeniero y un aumento de los emolumentos a uno de esos responsables de que el “Hammertime” sea tan exitoso.
🇬🇧 Lewis Hamilton, Onboard, Last lap with puncture 🥵#F1 #BritishGP #Mercedes pic.twitter.com/L8xoTp0exM
— Alexandre Khaldi (@Alex_Racing1) August 2, 2020
