No ha sido un primer día en el cole nuevo tan duro como esperaba Fernando Alonso. El asturiano conocía a parte de sus compañeros, ya sabía cómo se comportaba su coche y además no ha tenido que descubrir el Circuito de Spa-Francorchamps. Su adaptabilidad ha quedado patente cuando el bicampeón del Mundo de Fórmula 1 era el encargado de realizar el mejor tiempo de los primeros entrenamientos libres, logrando rodar en 1 minuto y 58,392 segundos, menos de una décima mejor que uno de los veteranos del equipo, su compañero Sébastien Buemi.
No ha sido una vuelta fácil ni mucho menos. Alonso ha tenido que lidiar con el intenso tráfico, especialmente en la primera mitad de la pista belga, haciéndose una primera idea de cómo serán los próximos dos días ‘en la oficina’. Vía libre eso sí para encarar la zona rápida, en la que habitualmente se termina por cerrar el tiempo y en el que es la precisión de los pilotos la que marca esas milésimas de diferencia entre los coches. Previsiblemente serán el primer y el tercer sector en los que el TS050 HYBRID se mantenga como la referencia a batir, mientras que en la sección central los LMP1 privados pueden tener algo más de voz… aunque visto el segundo entrenamiento, será difícil que alguien desbanque a los Toyota.