Hace poco más de un año, concretamente el 5 de julio de 2019, Audi nos presentaba a bombo y platillo el vehículo de carreras-cliente más potente que habían construido jamás. Hacía en ese momento aparición el Audi R8 LMS GT2, el cual mantenía bajo el capó el V10 de 5.2 litros, ahora capaz de entregar hasta 640 CV, lo que permitía que su relación peso/potencia se estableciera en unos impresionantes 2,1 kg/CV. Si estos guarismos parecían difíciles de igualar, ¿qué te parecería descubrir un Audi R8 capaz de tener una relación de 1 caballo de potencia por cada kilo?
Lo cierto es que la historia viene de lejos con este Audi R8 1:1, concretamente con sabor finlandés, una tierra, que además del mayor consumidor europeo de helado también nos ha mostrado en muchas ocasiones por el motorsport, especialmente por los rallyes y por la old-school americana, pero también por algunos proyectos que se convierten en únicos. Podemos decir que estamos frente a todo un coche de videojuegos, literalmente, ya que es uno de los vehículos que podremos pilotar virtualmente desde finales de 2019 al estar incluido en el título de Codemasters, GRID.
El equipo finlandés Racingline decidió en 2015 hacerse con un Audi R8 para comenzar un nuevo prototipo. No se trataba ni mucho menos de un GT3 o un GT4, a pesar de ser una unidad que sus 30.000 kilómetros se habían hecho 100% en circuito. Simplemente era uno de esos coches que Audi había utilizado en la preproducción de su deportivo y que nunca llegó a lucir como una versión definitiva. Esta concretamente, sin matricular y con una jaula de seguridad hecha a duras penas artesanalmente por su antiguo propietario, era la base perfecta para utilizar en la creación del Audi R8 1:1.
A partir de ahí hubo que buscar una caja de cambios que sustituyera a la R-Tronic que traía consigo y fue en ese punto cuando lo que iba a ser un Audi R8 creado para Time Attack se les fue completamente de las manos. Modificaciones de chasis, trajeron una caja de carreras construida por Holinger, paneles de fibra de carbono, una configuración mecánica nueva y una jaula de seguridad completamente reconstruida.
Primero un V10 de 5.0 litros, ahora un 5.2 litros:
Sin embargo, es el apartado del motor el que más asusta ya que el motor V10 5.0 acoplado a dos grandes turbocompresores Garret es capaz de forma “oficial” más de 1.220 CV tal y como se pudo comprobar en el Dyno… Al menos probando de forma segura, ya que a pesar de que los propios responsables del proyecto trataron de mantener a la bestia controlada a través de los amarres, fue imposible tener una prueba óptima, por lo que los datos que manejan en el equipo es que es capaz de estar en torno a los 1.500 CV de potencia.
La cascada de datos no termina ahí, en una entrevista reciente apuntan a que esta bestia bebe más de 11 litros de E85 por minuto, acelera de 100 a 200 km/h en 3,9 segundos, y que su 200 a 250 es de menos de 1,8 segundos. Obviamente, con esta tralla no fue de extrañar que al final de la temporada 2019, cuando se mandó a hacer el mantenimiento del bloque de cinco litros, se descubriera que estaba agrietado y que el cigüeñal se había doblado. Se mantuvo la configuración de turbos, pero se pasó a emplear un nuevo motor 5.2 litros para asegurarse una mayor fiabilidad.
Quizás, ahora el mayor de los quebraderos de cabeza se encuentra en lo que duran los neumáticos traseros, ya que hay que decir que el Audi R8 dejó atrás la tracción total para convertirse a la religión de los vehículos de propulsión. Precisamente es en ese punto donde podemos establecer uno de los pocos puntos de unión con Audi Sport, ya que el eje empleado por el Audi R8 1:1 proviene precisamente de unidades utilizadas por el Audi R8 LMS GT3 en carreras de resistencia
Si a Sami Sivonen, piloto y propietario ya le costaba domar su montura, Dynamic Aero Solutions decidió echar una mano a la hora de diseñar el kit aerodinámico que se puede ver en imagen, hasta el punto de que se le ha bautizado como el “fat cat” (el gato gordo), debido a su apariencia sin librea. Más de 1.500 CV de potencia, apenas 1.300 kilogramos con el depósito lleno de combustible y con el piloto sentado en el baquet del miedo… todo ello lo convierte en el Audi R8 más rápido y extremo del planeta, todo ello partiendo de un Audi R8 de pre-producción.