Luego de analizar toda la información recopilada tras la inspección técnica posterior a las 24 Horas de Daytona, oficiales de la IMSA determinaron que el equipo Tower Motorsports incumplió la normativa y por tal razón fue despojado de la victoria en la clase LMP2 y enviado al fondo de la clasificación, para decepción de los pilotos John Farano, Sebastien Bourdais, Sebastián Álvarez y Job van Uitert. Aunque posteriormente representantes de Tower Motorsports presentaron una protesta formal por la sanción, las autoridades de la IMSA denegaron tal acción.
Según el informe, se determinó que el Oreca Gibson número 8 superó el desgaste máximo permitido en el bloque de protección ubicado en la parte inferior del LMP2, el cual está establecido en 5 mm, tal como exige la FIA. Esta irregularidad, y posterior sanción, provocó el ascenso al primer lugar del coche 22 de United Autosports tripulado por Daniel Goldburg, Paul di Resta, Rasmus Lindh y James Allen, obteniendo los tres primeros mencionados su primer triunfo en las 24 Horas de Daytona.
También la descalificación de Tower Motorsports provocó el ascenso del coche número 74 de Riley Motorsport, cuya tripulación conformada por Gar Robinson, Felipe Fraga, Josh Burdon y Felipe Massa heredó el segundo lugar, en tanto el tercer lugar fue a parar al prototipo número 52 de PR1/Mathiasen Motorsports pilotado por Mathias Beche, Benjamin Pedersen, Ben Keating y Rodrigo Sales. El reporte de sanciones, además de la reportada, incluye una para el Ferrari 296 GT3 número 021 de Triarsi Competizione porque Stevan McAleer, uno de sus pilotos, se excedió en su tiempo de permanencia dentro del coche, sin mayor incidencia en los resultados porque el coche finalizó en el lugar 39 de la tabla general y se ubicó en la casilla 11 de la clase GTD.
Vía IMSA