No parecía posible que algo inquietara la carrera del Toyota TS050 #8 camino del triunfo en las 6 Horas de Spa 2018, pero un problema imprevisto ha terminado apretando de forma inesperada la primera cita del WEC 2018-2019. Al realizar su segundo cambio de piloto, cediendo el volante Fernando Alonso a Kazuki Nakajima, un problema con los cinturones de seguridad obligó a una parada no programada que reduce considerablemente su ventaja al frente de la carrera.
El contratiempo ha alterado considerablemente la marcha del hasta ahora coche dominador en carrera, pues quizá por los nervios Nakajima cometió minutos más tarde un trompo en La Source. Así, tras los buenos relevos de Sébastien Buemi y Fernando Alonso el japonés «sólo» tiene unos 45 segundos de renta sobre los Rebellion y el Toyota #7, que ya rueda en posiciones de podio tras recuperar la vuelta perdida por sanción.
La carrera arrancó ya con Safety Car tras un accidente entre los GTE-Am en la primera vuelta, lo cual mitigó la pérdido del otro coche de la casa japonesa. Y tras un primer intento por parte de Rebellion de plantar cara, Buemi fue abriendo hueco, sin que ni siquiera los periodos de Safety Car o Virtual Safety Car beneficiaran a sus rivales, al margen del #7, el enemigo en casa. Fernando Alonso intentó evitar que Kamui Kobayashi recuperara vuelta en pista, pero finalmente cedió posición al japonés.
El principal parón en la carrera se produjo debido al fuerte accidente de Harry Tincknell en Eau Rouge. Casi en una repetición de lo sucedido en clasificación con Pietro Fittipaldi, el británico perdió el control de su Ford GT aparentemente por un problema mecánico que acabó con su coche en las protecciones. Ello influyó claramente en el duelo Ford-Porsche entre los GTE-Pro, donde la casa alemana cuenta ahora con ventaja numérica.
Entre los LMP2 lidera por el momento G-Drive después de que la exhibición de Giedo van der Garde en las primeras vueltas fuera en balde: el coche de Racing Team Nederland acabó visitando su garaje como consecuencia de un problema mecánico. En lo que respecta a los GTE-Am, los accidentes de los Porsche y los Ferrari han dejado el camino expedito para el Aston Martin oficial.
Foto | Toyota
