Las cosas no le fueron como cualquiera le auguraba en Fórmula 1 tras su fulgurante paso por categorías inferiores, pero desde hoy Stoffel Vandoorne puede presumir ya de ser campeón del mundo. El belga selló en Seúl la conquista del título en Fórmula E, contribuyendo así a la despedida exitosa de Mercedes de la categoría eléctrica pese a los esfuerzos de Mitch Evans por evitarlo.
El belga llegaba al inédito trazado de Seúl con 36 puntos de ventaja de Mitch Evans y ello obligaba prácticamente a un fin de semana perfecto al de Jaguar para arrebatarle el título. Y lo cierto es que el neozelandés no empezó con mal pie, pues en una sesión de clasificación sobre piso mojado se situó tercero en parrilla, tras Rowland y Di Grassi, mientras que Vandoorne era séptimo.
La primera carrera del fin de semana se disputó igualmente en condiciones muy delicadas, pero Evans estaba convencido de que necesitaría la victoria para llegar vivo al domingo y arriesgó en la salida para colocarse en cabeza, superando primero a Rowland y luego a Di Grassi. Eso sí, la carrera pronto debió ser interrumpida al formarse una montonera por aquaplaning que recordó mucho a la de Nueva York este mismo año.
El de Jaguar disfrutó de una carrera plácida pese a que se sucedieron los incidentes por detrás y se impuso por delante de Rowland y Di Grassi, mientras que un Stoffel Vandoorne muy conservador supo mantener la calma incluso en el cuerpo a cuerpo para hacerse con el quinto puesto. Ello obligaba a Evans a repetir victoria en la jornada del domingo para arrebatarle la corona.
Vandoorne respiró aliviado ya desde la primera ronda de clasificación el domingo, pues Evans no pasó del 13º puesto. Y él además se situó cuarto, una posición privilegiada desde la cual controlar la carrera. Poco importaba quién se hiciera con la pole, en este caso António Felix da Costa por delante de Edoardo Mortara y Jake Dennis. Si Vandoorne evitaba líos, sería campeón del mundo.
Y eso fue exactamente lo que ocurrió, pues el belga mantuvo sin excesivos problemas el cuarto puesto en la salida (formándose además tapón tras él) y se limitó a ver cómo transcurrían los acontecimientos: Mortara se situó en cabeza a las pocas vueltas, Evans remontaba pero a un ritmo insuficiente… Al final, triunfo para Mortara y segundo puesto para Vandoorne, suficiente para sellar el título.
Mercedes no sólo celebró su segundo título con un piloto diferente tras el cosechado con Nyck de Vries, sino que se alzó igualmente con la corona por equipos, un broche de oro para el final de su periplo por Fórmula E y para la despedida de la Generación 2 de monoplazas eléctricos.
Foto | Daimler