Ya estamos acostumbrados a ver al circuito de Monza como escenario en el que se dejan ver por primera vez los prototipos y GT’s de competición que desarrolla la firma alemana. Durante los últimos años, hemos podido ver cómo sobre el asfalto de la pista italiana se han estrenado algunas de las evoluciones del Porsche 919 Hybrid LMP1 o echaba a andar el 911 GTE RSR, el ya famoso nueve-once con el motor en posición central que se enfrentará este año por el Mundial de Resistencia frente a modelos como el BMW M8 GTE o el Ferrari 488 GTE.
En esta ocasión el turno le ha tocado a la última creación de los de Weissach, el relevo del actual Porsche 911 GT3 R que llegará al final de su homologación al cierre de este mismo año y que por tanto busca su sustituto tras una larga vida deportiva que ha dado grandes resultados en las principales competiciones de GT’s durante las últimas tres temporadas.
A pesar de los rumores que apuntaban a la posibilidad de adoptar un propulsor turbo, se sigue confiando en el motor de seis cilindros en disposición Bóxer de 4.0 litros, optando por nuevos elementos aerodinámicos entre los que se encuentran un nuevo alerón, la modificación de los retrovisores, cambios en el difusor trasero y en los paragolpes. En este caso también se adoptan las nuevas ópticas traseras de la última versión del 991. Sin duda será un soplo de aire fresco para los equipos que confían en los vehículos carreras-clientes de Porsche Motorsport, después de que estructuras como Manthey o Herberth Motorsport hayan sufrido en este inicio de temporada 2018.
