Cambio de líder en las Blancpain GT Series. Hungría sonrió a Mercedes y hundió en la miseria a Audi, dejando a Raffaele Marciello en lo más alto del campeonato organizado por SRO en detrimento de Alex Riberas y Christopher Mies. El italiano, junto a Michael Meadows, fue de lo más regular en un fin de semana muy complicado por la climatología, escapándoseles tan sólo el triunfo en la primera carrera en favor del Lamborghini de Christian Engelhart y Mirko Bortolotti.
Que Mercedes estaba un peldaño por encima de la competencia quedó patente en las sesiones de clasificación. No sólo sus GT3 firmaron la pole de cara a ambas carreras, sino que lo hicieron con doblete. Eso sí, en la primera sesión dos inscritos en la Silver Cup (el #90 de Bastian y Manchester y el #87 de Jamin y Bulatov) fueron los que encabezaron la tabla de tiempos por delante del Audi de Riberas y Mies, mientras que en la segunda fue el coche de Marciello y Meadows el más veloz por delante del #6 de Stolz y Haupt.
Sin embargo en la primera carrera una salida excepcional sobre un piso muy delicado del Lamborghini #63 permitió que éste abriera hueco con Engelhart a los mandos mientras los pilotos de la Silver Cup aguantaban como podían en los primeros puestos, algunos de ellos sorprendiendo con neumáticos de lluvia como el BMW #37. Fue en estas complicadas condiciones donde se acabó la carrera de Alex Riberas, al protagonizar un trompo su Audi #1 en recta de meta y tocar el muro. Con los cambios de piloto Marciello inició su remontada, pero sólo le alcanzó para el segundo puesto, gracias también a que Bulatov perdió el control de su Mercedes en la penúltima vuelta. Albert Costa y Christian Klien llegaron 6º tras retrasar con éxito su parada.
De cara a la segunda carrera del fin de semana no hubo dudas: llovía torrencialmente y el Safety Car tuvo que rodar durante las tres primeras vueltas. Cuando al fin se pudo dar la salida el espectáculo en pista fue muy divertido aunque sin tantos cambios de posición como cabría esperar con tanto duelo como se vio. Una de las peleas más apasionantes fue la del Audi #1 (Mies) y el #25 (Haase), que intercambiaron posiciones mientras daban caza al Lamboghini #63, aún tercero y que aguantó hasta las paradas en boxes.
Sin embargo el #25 se caería momentáneamente de la pelea al parar antes. Y el que cayó definitivamente fue el Lamborghini #63 por una irregularidad en boxes. Eso dejó todo en una batalla entre los dos Mercedes de cabeza y la legión de Audi perseguidores que se cerró con la salida del Safety Car para recuperar un Ferrari encallado en la grava. La prueba se reemprendió con apenas ocho minutos por delante, con Meadows logrando algo de aire mientras Alex Riberas debía bregar con el Mercedes #6, que se deshizo como un azucarillo ante el resto de R8. El español intentó dar caza a Meadows, mas Gachet con el #25 le presionó y terminó abriéndole la puerta en la penúltima vuelta. Y en el último giro el #66 de Attempto con Schothorst a los mandos se coló en el último escalón del podio en detrimento de Riberas y Mies, mientras se producía un toque entre los Audi #17 y #2. En esta ocasión el resultado fue mucho peor para Costa y Klien, que apenas lograron cruzar meta 13º.
Su gran fin de semana junto a Michael Meadows coloca a Raffaele Marciello al frente de las Blancpain GT Series con 11 puntos de ventaja sobre Riberas y Mies, mientras que al Sprint los cuatro pilotos se sitúan empatados a 74 puntos a falta de una única cita la próxima semana en Nürburgring.
Foto | Blancpain GT Series