Eran muchas las novedades que planteaba el World RX en esta temporada 2020, comenzando por la vuelta de Kouvola al panorama internacional en un calendario 100% europeo, los cambios de lugares, con Liam Doran y Andreas Bakkerud recalando en el equipo GCK para pilotar los Renault Mégane RS RX, el regreso de Johan Kristoffersson, la defensa del dorsal número uno por parte de Timmy Hansen o la presencia de un ‘retornado’ provisionalmente Mattias Ekström, el cual entraba para esta carrera en sustitución de Janis Baumanis, el cual sufría problemas con su presupuesto debido a la actual situación.
Se daba además la peculiaridad de que Höljes iba a recibir en el primer fin de semana de competición las dos primeras citas del World RX 2020, en un formato que iba a ser ligeramente modificado para poder celebrar en cada jornada tres mangas clasificatorias, las dos semifinales y la final. Configuración comprimida con el objetivo de tratar de asegurarse de que en los tres primeros fines de semana del año hayamos competido en hasta seis citas y después se pueda visitar el sur de Europa (España y Portugal), con el gran final a disputarse en Nürburgring, quizás ya con público en las gradas.
El Volkswagen Polo WRC sigue ganando con Kristoffersson:
El regreso de Kristoffersson implicaba por tanto la vuelta del Volkswagen Polo GTI Supercar, el cual se daba el curioso hecho de que además empleaba el chasis número 21 del Polo R WRC, el mismo con el que consiguió Sébastien Ogier hasta cuatro victorias. Las tres mangas clasificatorias quedarían marcadas por el absoluto dominio del piloto sueco, el cual se aprovechaba además de un inicio muy conservador de los hermanos Hansen, así como de la adaptación de Andreas Bakkerud a su nuevo Renault Mégane RS RX, el cual se vio muy lastrado por dos muy malas salidas en Q1 y Q2. Peor aún le iría a Liam Doran, con muchos problemas de fiabilidad durante los dos días, los cuales le obligaron a su vez a abandonar en numerosas ocasiones.
La primera de las semifinales estaría marcada por el intenso duelo por la última plaza del podio entre Robin Larsson y Anton Marklund, en el que el piloto de Audi supo sacar provecho de su contundencia y agresividad para conseguir el billete para la final junto a Johan Kristoffersson y Niclas Grönholm, este mucho más cómodo en estas condiciones de poco agarre debido a las humedades que se dieron el sábado que a la pista totalmente seca del domingo. En la otra Semi, Sebastian Eriksson con el Honda Civic de OMSE se tiraba al adelantamiento de Kevin Hansen, una lucha que pasaba a ambos factura y que permitiría el paso de Ekström, el mayor de los hermanos Hansen y de Timo Scheider con el SEAT Ibiza de Münnich.
La final estaría ligeramente deslucida por la aparición de la lluvia, con Johan Kristoffersson imponiendo su conducción para llevarse la primera victoria del año por delante de sus compatriotas, Mattias Ekström y Anton Marklund en un pleno sueco en casa que no pudo celebrar el público al realizarse el evento a puerta cerrada. Niclas Grönholm por su parte se quedaba parado en la salida, mientras que Timmy Hansen hacía un trompo en la segunda curva después de ser empujado por Marklund, lo que le hizo perder cualquier opción.
Mattias Ekström regresa con fuerza:
Ya bajo el sol del domingo, Larsson y Ekström estaban dispuestos a ponerle las cosas difíciles al bicampeón mundial, especialmente en el caso del expiloto del DTM, el cual había mostrado un ritmo demoledor en el vuelta a vuelta, especialmente cuando rodaba en aire limpio. Si el sábado, Anton Marklund había conseguido ganar una de las carreras con el amortiguador de su Renault Mégane Supercar completamente roto y la zaga dando botes prácticamente a cada metro, era Bakkerud el que ponía el espectáculo precisamente con otra de las unidades construidas por Prodrive. Baby Blue conseguía retener un puesto para la final después de resistir tercer en la primera Semifinal con la rueda trasera izquierda completamente fuera de sitio.
Con todo ello nos plantábamos en una gran final en la que se daban cita los principales pilotos locales, a falta de Timmy Hansen, siendo el vigente Campeón del Mundo uno de los que se veía retenido a la perfección por Andreas Bakkerud, mientras que sorprendía el encontrarse a un Timo Scheider que es todo un experto en colarse en la última carrera. Toda esa emoción que faltó el sábado llegó el domingo en la gran final, con Larsson y Kristoffersson muy agresivos desde la salida y con Ekström haciendo su propia estrategia al hacer un paso pronto por la Joker y después comiéndole tiempo a Johan a cada paso por meta a pesar del gran ritmo del piloto de Volkswagen.
Todo parecía resolverse entonces con un nuevo podio formado en su totalidad por los pilotos suecos, con victoria de Ekström, segundo puesto de Kristoffersson y liderato y la tercera para Kevin Hansen después de superar al renqueante Audi S1 de Larsson, pero la sorpresa saltaba minutos después al conocerse que Johan era penalizado con cinco segundos por tocar en dos ocasiones los bolardos de la chicane de la Joker Lap, lo que le hacía caer a la tercera plaza, aprovechando en este caso que tenía margen suficiente con Timo Scheider.
El Projekt E ha campeado el temporal y ha mantenido su intención de disputar sus primeras carreras. Tan solo tres coches en parrilla, siendo Ken Block el que consiguió dominar la mayoría de las mangas clasificatorias a pesar de algunos problemas en la Q1. El estadounidense se impuso con contundencia al volante del Ford Fiesta ERX a Hermann Neubauer y Natalie Barratt, echando en falta en esta ocasión la presencia de Mads Ostberg, el cual iba a estar con el Citroën C3 ERX presentado hace unas semanas (con chasis de R5), pero que finalmente por las restricciones de viaje entre países no pudo acceder a Suecia.
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